Page 78 - Droysen, Johann Gustav - Alejandro Magno
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       pudieran  haber  relajado  los  recientes  acontecimientos  y  las  convencieron  de  la
       firmeza  de la  mano  que ahora las  dirigía.
           El  regicidio  perpetrado reclamaba la  más  severa, pena;  era,  al  mismo  tiempo,
       el  medio  más  seguro  de  consolidar  el  nuevo  régimen.  Averiguóse  que  los  herma­
       nos de la rama de los lincestios  se habían dejado sobornar por el  rey de los persas,
       temeroso  de  la  guerra  desatada  por  Filipo,  y  que,  incitados  por  la  esperanza  de
       subir  al  trono  con  la  ayuda  del  enemigo,  habían  montado  una  conspiración
       de  cuyos  planes  secretos  fuera  ciego  instrumento  Pausanias,  el  regicida;  los
       conspiradores,  entre  ellos  los  lincestios  Arrabaio  y  Heromenes,  fueron  ejecutados
       el mismo día en que se  celebraron las  exequias fúnebres  de  Filipo.  A su  hermano
       Alejandro  se  le  hizo  gracia  de  la  vida,  por  haberse  sometido  al  nuevo  monarca;
       Neotolomeo,  el  hijo  de Arrabaio,  huyó  a  refugiarse  entre  los  persas.
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