Page 139 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  I


           estratégica, 2  pues  Pompeyo,  acaparando  todas  las  embar­
           caciones,  lo  había  privado  de  la  posibilidad actual  de  per­
           seguirlo.        2  Subsistía el  recurso de que podían esperarse
           navios  provenientes  de  las  remotísimas  comarcas  de  la
           Galia,3  del  Piceno 4  y  del  estrecho. 5  Pero  esto,  merced
           a  la  estación  del  año,  debía  considerarse  tardado  y  emba­
           razoso.       3  Y  César  no  quería  que,  mientras  tanto,  y
           estando  él  ausente,  el  viejo  ejército  pompeyano  y  las  dos
            Hispanias 6  —una  de  las  cuales estaba  obligada  con  Pom­
           peyo  por  numerosísimos  beneficios— 7  le  ratificaran  su
           apoyo,  organizaran tropas  auxiliares y  de  caballería, y  tra­
            taran  de sublevar la  Galia  y la  Italia.



               XXX          1  Y  así,  por  el momento,  renuncia  a  la  alter­
           nativa de perseguir a  Pompeyo y opta  por marchar  rumbo
           a  la Hispania;  da orden a los  duunviros  de  todos los muni­
           cipios 1  para  que  se  procuren  barcos  con  toda  diligencia
           y  para  que se  encarguen  de  que sean  conducidos  a  Brun­
           disio.  2  Envía  hacia  Cerdeña, 2  con  una  legión, al  legado
           Valerio,3  y  hacia  Sicilia  al  propretor  Curión  con  tres
           legiones, 4  y  manda  a  este que,  una  vez  que  haya  recibido
            la Sicilia, trasládase su  ejército inmediatamente al  África.6
           Administraban,  Cerdeña,  Marco  Cotta,  Sicilia,  Marco  Ca­
           tón;  Tuberón  debía  administrar,  por  sorteo,  el  África. e
           3  Los  caralitanos, 7  no  bien  supieron  que  Valerio  había
           sido enviado hacia ellos, antes de que dicho personaje saliera
           de  Italia,  por  su  propio  arbitrio  expulsan  a  Cotta  de  su
           ciudad capital. 8  Éste, aterrado, pues creía que toda su pro­
           vincia  estaba  contenta  con  él,  emprende  la  fuga  hacia  el
            África. 0      4  Catón,  en  Sicilia,  hacía  reparar  sus  viejas
           galeras 10  e imponía a las  comunidades  la  construcción  de
           nuevas,  lo  que  llevaba a  cabo con verdadero  ahínco,  reali­
           zando  además,  por  intermedio  de  legados  suyos,11  levas
           de  ciudadanos  romanos en  la Lucania12  y en  el  Brutio,13
           y  exigiendo  de  las  ciudades  sicilianas,  cantidades  precisas
           de  tropas  de  caballería  e infantería.14            5  No  bien  había
           terminado  tales  preparativos  y  enterado  de  la  llegada  de



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