Page 157 - Guerra civil
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GUERRA CIVIL I
ni va más allá de las últimas laderas, y regresa sus huestes
al campamento. 4 El tercer día, César guarnece su
cuartel con su parapeto, y hace traer hacia sí a las demás
cohortes que había dejado en el campamento anterior,'junto
con la impedimenta.
XLIII. 1 Había entre la ciudad de Ilerda y el cercano
promontorio donde Petreyo y Afranio tenían instalado
su campamento una llanura de trescientos pasos 1 aproxi
madamente, y casi a la mitad de dicho terreno se levantaba
una eminencia apenas sobresaliente 2 que, en caso de
ocupar y fortificar César, éste confiaba habría de inco
municar a sus adversarios, de la ciudad, del puente y de
todo aprovisionamiento. 2 3 Con tal esperanza, saca tres
legiones de su campamento y formando dicha tropa en
posición favorable manda que los antesignanos3 de una
de las legiones se adelanten y ocupen la prominencia.
4 Comprendida esta intención, las tropas de Afranio que
estaban de guardia en el campamento son enviadas con
suma rapidez a apoderarse del mismo punto por el camino
más corto. 5 Se traba el combate, y como los af ranianos
habían alcanzado antes la ondulación susodicha, los nues
tros son repelidos y, ante la llegada de tropas enemigas de
reserva, se ven obligados a volver las espaldas y a acogerse
a las enseñas de las legiones.
XLIV. 1 La forma de lucha de aquellos soldados
consistía en lanzarse primero al asalto, en ocupar osada
mente el terreno, en no conservar estrictamente su forma
ción y en combatir separados y dispersos; 2 si eran
acosados no estimaban deshonroso abandonar su posición,
habituados como estaban a tal estilo de lucha con los lusi
tanos y demás bárbaros, pues a menudo acontece que
cada soldado que se arraiga en una comarca tiende mucho
a adoptar la usanza de sus territorios. 3 Este motivo,
pues, desordenó a los nuestros, no acostumbrados a tal
género de pugna y que creían, por lo tanto, que iban a
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