Page 163 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  1


           objetivo y  túmulo  que  había  sido la causa  de  la  contienda
           y  porque  al  primer  choque  obligaron  a  los  nuestros  a
           volver  las  espaldas.        3  Y  en  cuanto  a  los nuestros,  por­
           que habían sostenido  cinco  horas  de  batalla  en  un  terreno
           desfavorable,  contra un número desigual de atacantes,  por­

           que,  espada  en  mano,  habían  subido  la  escarpadura;  y
           porque,  ya  en  la  cima,  habían  obligado  a  los  adversarios
           a dar marcha atrás y a rechazarlos hasta la ciudad.  4  Los
           cuales  fortificaron  con  grandes  obras  aquella  premi­
           nencia  por  la  que  se  había  luchado  y  colocaron  en  ella
           una  guarnición.


              XLVIII.          1  Además,  sucedió  después  de  esta  esca­
           ramuza  un  repentino  percance.  En  efecto,  se  levantó una

           tempestad  tal  que  no  constaba  que  hubiese  habido  en
           aquellas comarcas mayores  chubascos                  2  pues a la  sazón
           la  nieve  se  derritió  en  todas  las  montañas,  rebasó  las
           riberas  de  los  ríos  e  hizo  pedazos  en  un  solo  día  los
           dos puentes  que  Fabio había construido.                 3  Ahora  bien,
           estando nuestro  campamento  instalado,  según  queda  dicho
           arriba,1  entre  dos  ríos,  el  Sícoris  y  el  Cinga,2  en  un
           espacio  de  treinta  pasos,3  no  se  podía  atravesar  ni  el
           uno  ni  el  otro  y  de  por  fuerza  se  concentraban  todos  los
           nuestros en  aquella  angostura;              4  y  ni  las  comunidades
           que se habían adherido a la causa cesariana podían aportar
           sus contribuciones, ni los soldados que se habían adelantado

           demasiado lejos a  forrajear  podían  regresar,  interceptados
           por  los  ríos,  ni  los  considerables  convoyes  que  arribaban
           de  la  Italia y de  la  Galia 4  podían  llegar  hasta  el  campa­
           mento.        5  El  momento  era,  en verdad, muy difícil, pues
           ni  había  trigo  en  los  graneros  ni  faltaba  gran  cosa  para

           su  madurez,5  y  las  comunidades  se  hallaban  saqueadas,
           porque  Afranio había concentrado  todo  el  trigo  en  Ilerda
           antes  de  la  llegada  de  César,  y  si  algún  grano  quedaba
            César  lo  había  consumido  durante  los  días  anteriores.


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