Page 191 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  I


           combate  favorable,  habría  de  perder  soldados  suyos,  así
           fueran  unos  cuantos?,  ¿por  qué  permitir  el  detrimento  de
           militares  que  lo habían  servido  del  modo  más  excelente?,
           ¿por  qué,  en  fin,  tentar  a  la  Fortuna,  sobre  todo  cuando
           es  deber  del  caudillo  el  vencer,  no  sólo  con  la  espada  sino
           también con la inteligencia ?1             3  Le preocupaba, además,
           la compasión  por todos  sus  conciudadanos,  a quienes  veía
           en  trance  de  ser  muertos  y  a  quienes  prefería  conservar
           sanos  e  incólumes  al  obtener  la  victoria. 2              4  Muchos
           había  que  no  apoyaban  este  razonamiento  de  César:  los
           soldados,  en  efecto,  hablaban  entre  ellos  mismos  de  que,
           si  se  renunciaba  a  tal  oportunidad  de  éxito,  ellos  ya  no
           habrían de seguir combatiendo, así  se los ordenara el pro­
           pio César.  Pero éste persevera en su opinión y  se aleja un
           poco  del  sitio  que  ocupaba,  con  el  objeto  de  que  mengüe
           el  temor  de  los  contrarios.         5  Petreyo  y  Afranio,  ante
           la  oportunidad  que  se  les  presentaba,  se  reconcentran  en
           sus  cuarteles.  César, después de  dejar guarniciones  en  los
           montes y  de interceptar  todo camino  hacia el  Ebro,  orga­
           niza  su  campamento  lo  más  cerca  que  puede  del  campa­
           mento  enemigo. 8


              LXXIII.          1  Al  día  siguiente,1  los  generales  enemi­
           gos,  desconcertados  por  haber  perdido  la  esperanza  de
           todo  aprovisionamiento  y  de  llegar  al  río  Ebro,  celebran
           una  reunión  sobre  los  demás  problemas  que  tenían  que

           resolver.       2  Si  querían  retroceder  había  un  camino  a
           Ilerda, y había otro si querían dirigirse a Tarragona. Mien­
           tras  discurrían  sobre  tales  temas,  se  les  anuncia  que  los
           destacamentos  encargados  del  agua  estaban siendo acome­
           tidos  por  nuestra  caballería.           3  Enterados  de  tal  cir­
           cunstancia disponen que su caballería y cohortes auxiliares
           se alternen  con  cohortes legionarias  y  comienzan  a  levan­
           tar  una muralla desde el  campamento hasta el aguaje para
           que, por dentro de tal  fortificación y sin riesgos ni postas,
           puedan  las  tropas  proceder  al  suministro  del  agua.


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