Page 217 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  II


            5  Pero  la  gran  dimensión  de los  trabajos,  la altura  de  las
           murallas y  de  las torres, la gran cantidad de aparatos  arti­
           lleros,  retrasaban todo  el manejo  del  cerco.             6  Por  aña­
            didura,  con la intervención  de los  álbicos, 9  se hacían  fre­
            cuentes  irrupciones  desde  la  plaza,  provocando  incendios
            en  el  terraplén  y  en  las  torres;  nuestros  soldados  las
            repelían  fácilmente  y,  a  su  vez,  ocasionándoles  grandes
           pérdidas,  rechazaban  hasta  la  ciudad  a  quienes  realizaban
            estas  incursiones.


               III.     1  Mientras  tanto,  Lucio  Nasidio,1  enviado  por
            Cneo  Pompeyo  con  una  flota  de  dieciséis  naves,  de  las
            cuales  algunas  eran  acorazadas,2  a  fin  de  que  prestara
            refuerzo  a  Lucio  Domicio 3  y  a  los  masilienses,  penetra
            en el estrecho de  Sicilia, 4  sorprendiendo  a  Curión 5  inge­
            nuo  y  desprevenido,          2  y  atracando  con  sus  navios  en
            Messana 8  donde,  merced  al  súbito  pánico  de  los  provin­
            ciales más  conspicuos y del senado local,7  que se entregan
            a  la fuga,  sustrae  de sus  astilleros  una  sola embarcación. 8
            3  Incorporada ésta a sus demás navios,  endereza el derro­
            tero  hacia  Masilia  y,  enviando  por  delante,  a  hurtadillas,
            un  batelejo,9  hace  saber  a  Domicio  y  a  los  masilienses
            su  llegada  inminente,  y  los  exhorta  vivamente  a  que,  de
            nuevo,  contando  con  su  refuerzo,  sigan  combatiendo  a  la
            flota  de  Bruto.10


               IV.      1  Los  masilienses,  después  de  su  anterior  fra­
            caso, 1  sacando  de  sus  astilleros  viejas  naves  en  igual
            número  de  las  que  habían  perdido,2  las  habían  recons­
            truido  y,  con  suma  competencia,  las  habían  vuelto  a
            armar, 3  pues abundaba una gran cantidad de remeros y de
            pilotos  entre  ellos,4        2  y  habían  agregado  a  aquéllas
            barcos  de pesca,  que adaptaron  de  modo  que  sus  remeros
            quedaran a salvo del lanzamiento de proyectiles;  5  llenaron
            estos  barcos  de  arqueros  y  artillería. 8          3  Integrada,  de
            tal  modo,  una  flota,  e  instigadas  sus  tripulaciones  por  las
            súplicas y  el  llanto  de todos  los  ancianos,  matronas y  vír-


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