Page 219 - Guerra civil
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GUERRA CIVIL II
genes, a que defiendan a la comunidad con no menos
serenidad y valentía que habían demostrado al combatir
anteriormente, abordan los navios. 4 Porque es una
deformidad común a la naturaleza humana el que confie
mos más —o nos consternemos de modo exagerado— ante
lo imprevisible y desconocido, 7 según entonces aconteció;
porque la llegada de Lucio Nasidio había colmado a la
comunidad de la mayor confianza y resolución. 5 Apro
vechando un viento favorable, la armada masiliense deja
el puerto y hace contacto con Nasidio en Tauroenta,8
que es una ciudadela de los masilienses, y en tal sitio
despliegan sus navios y nuevamente reconfortan su brío
para la lucha y cambian impresiones entre sí. El ala
derecha de la flota se encomienda a los masilienses, la
izquierda a Nasidio.
V. 1 Bruto se orienta hacia la misma localidad,1 con
el número de sus navios aumentado: porque a aquellos
barcos que habían sido construidos en Arleate 2 por César,
se agregaban otros seis capturados a los masilienses. 3 A
estos últimos se les había reconstruido en los días anteriores
y se les había armado con todos sus aparejos de guerra.
2 Y así, reconfortando a los suyos para que desdeñasen
vencidos a quienes habían vencido incólumes,4 lleno de
optimismo y denuedo, se encamina al encuentro del ene
migo. 3 Resultaba fácil, desde el campamento de Tre
bonio y desde todas las prominencias aledañas, 5 el divisar
la ciudad, donde toda la juventud que había permanecido
dentro de la plaza 6 y todos los hombres provectos con
los niños y las mujeres, desde los puestos de mando o
desde las murallas, tendían las manos al cielo o se enca
minaban a los templos de los dioses inmortales 7 y, pos
trados ante sus estatuas, imploraban la victoria a las
divinidades.8 4 Y no había nadie entre todos que no esti
mara que, en el azar de aquel día, consistía la eventualidad
de su suerte. 5 Porque los más distinguidos de su ju
ventud y los más ilustres de toda edad habían abordado
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