Page 231 - Guerra civil
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GUERRA CIVIL II
con ínfulas,10 tienden suplicantes las manos hacia el ejér
cito y sus generales.
XII. 1 Tal novedad surgida, todo el desarrollo de la
lucha se detiene y los soldados desistiendo del combate,
optan por la curiosidad de oír y de enterarse de lo que
pasa. 2 Cuando los enemigos llegaron a donde estaban
los comandantes y la tropa, todos se les arrojan a los pies;
les ruegan que se espere la llegada de César. 3 Agre
gan que ya miran su ciudad tomada, las obras de aproxi
mación concluidas, su torre derrumbada; así pues, desis
ten de la defensa. Ninguna demora puede derivar de que
al llegar César no sean saqueados al punto, a una mera
señal suya, si no hacen lo que él les mande.1 4 Les
manifiestan que si su torre se desploma enteramente,
nadie podrá contener a los soldados para que no irrum
pan, con la avidez del saqueo, en su ciudad, para que su
ciudad no sea destruida. 2 Éstas y otras muchas palabras,
llenas de quejumbre y llanto, pronuncian con habilidad de
hombres doctos. 3
XIII. 1 Impresionados los comandantes por tales
circunstancias, apartan del bloqueo a los soldados y desis
ten del asalto; 1 dejan guarniciones en los trabajos de
sitio. 2 Una especie de tregua, debida a la misericordia,
aguarda la llegada de César. 2 Ningún proyectil se arroja
desde la muralla, ninguno por parte de los nuestros; como
si se tratara de un hecho consumado, todo el mundo aban
dona la preocupación y el ahínco. 3 3 En efecto, César
había recomendado, del modo más encarecido, que no que
dara la plaza expuesta a ser tomada por medio de la vio
lencia, no fuera a ser que, seriamente exasperados los
soldados contra los masilienses por el despecho de su infi
delidad, 4 por su desdén, y por el prolongado trabajo a
que los habían obligado, pasaran a cuchillo a todos los
adultos; B 4 lo cual amenazaba con llevar a cabo, y sólo
con mucha dificultad fueron entonces constreñidos a que
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