Page 245 - Guerra civil

GUERRA CIVIL II

su poder y reveló la cantidad y el lugar donde se encon­
traban el trigo y los navios 11 a su cargo.

XXI. 1 César, habiendo llevado a cabo una asamblea
pública1 en Córdoba, a todos los asistentes, en general,
les rinde gracias: a los ciudadanos romanos, porque habían
procurado que la ciudad en que estaban hubiese perma­
necido bajo su control; 2 a los hispanos,3 por haber
expulsado a las guarniciones enemigas; a los gaditanos, 4
porque habían quebrantado las intentonas de los adversa­
rios, y por sí mismos habían reivindicado su libertad; 6
a los tribunos militares y a los centuriones que habían
llegado a dicho lugar para montar guarnición, porque
con su valor habían apoyado los designios de los anterio­
res. 6 2 La deuda que los ciudadanos romanos debían
entregar al fisco por orden de Varrón, la nulifica; 7 res­
tituye sus bienes a aquellos que, según él tenía noticia,
habían incurrido en esa sanción por haberse expresado
demasiado libremente. 8 3 Concediendo a ciertos pue­
blos recompensas públicas y privadas, colma a los demás
de esperanzas seguras para lo porvenir; 9 y, habiéndose
detenido dos días en Córdoba, marcha hacia Cádiz; allí,
hace que sean de nuevo trasladados al templo de Hércules,
el dinero y las ofrendas votivas que de dicho santuario
habían sido transportadas a cierta casa particular.10
4 Deja al frente de la provincia a Quinto Cassio 11 y le
asigna cuatro legiones. Él, por su parte, en aquellas naves
que Marco Varrón y los gaditanos habían construido por
orden del mismo Varrón,12 llega a Tarragona 13 en unos
cuantos días. Allí, esperaban el arribo de César delega­
ciones de casi toda la provincia citerior. 5 Después de
otorgar prerrogativas de índole semejante, públicas y pri­
vadas, a algunas comunidades, parte por tierra a Narbo­
na 14 y de allí a Masilia.15 En tal sitio se entera de que
ha sido promulgada una ley en Roma para instituir la
dictadura 18 y que es él a quien ha proclamado dictador el
pretor Marco Lépido.17

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