Page 327 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  III


           así  una  actividad  innoblísima  con  una  honesta  disculpa.
            5  A  todo  esto  se  agregaban  los  réditos  más  leoninos,  lo
           que  en  la guerra a  menudo suele  sobrevenir  junto  con  las
           exigencias  de  los  impuestos;  1  en  tales  circunstancias,
           una  prórroga  de un  solo  día  decían  que era  un  verdadero
            regalo.  Y así, las  deudas,  en la  provincia,  se  multiplicaron
            durante  el  bienio  aquel.2          6  Y,  no  obstante  lo anterior,
           no  esquivaban  el  tributo  ni  los  ciudadanos  romanos,  sino
            que  en  cada  colonia, en  cada  comunidad cívica,  se  exigían
            impuestos,  pues  decían  que  los  reclamaban  en  préstamo,
            conforme  a  los  términos  de  un  senado-consulto;  3  y  en
           cuanto  a  los  publicanos,  como  habían  prestado  a  interés,
            se  les  exigió  el  préstamo  de  un  vectigal  por  adelantado. 4


              *XXXIII.          1  Por  lo  demás,  había  ordenado  Escipión
           que  se  extrajesen  los  tesoros  depositados  desde muy  anti­
            guo  en  el  templo  de  Diana 1  en  Éfeso. 2  Habiendo  pene­
            trado  él  mismo  en  una  fecha  determinada  al  templo,
            acompañado  de  muchos  elementos  de  la  clase  senatorial,
            que  el mismo  Escipión  había  convocado,  le  fue  entregada
            una  carta **de  Pompeyo  comunicándole  que  César  había
            pasado  el  mar  con  sus  legiones  y  que  él  se  apresurara  a
            acudir  con  su  ejército,  suspendiendo  todo  lo  que  se  pro­
            ponía  hacer.        2  Recibida  esta  carta,  despacha  a  los que
            había  convocado  y  comienza  a  preparar  su  viaje  a  Mace-

            donia,  y  pocos  días  después  se  marcha. 3  Esta  circuns-  »
            tancia trajo  consigo  la  salvación  del  tesoro  efesio. 4


               XXXIV.              1  César,  operada  su  unión  con  el  ejército
            de  Antonio,  retirada  la  legión  de  Orico,  que  había  coloca­
            do  allí  para  vigilar  las  orillas  del  mar,  consideraba  que
            debía penetrar  más  adentro  de las  comarcas  aledañas, ,con
            el  objeto  de  sondearlas  a  su  propósito;  1                2  y  como
            vinieron  a  él  emisarios  de  Tesalia2  y  Etolia, 3  que  pro­
            metían  que  si  se  les  enviaba  una  guarnición  las  comuni­
            dades  de  esas  naciones  habrían  de  hacer  lo  que  les  man­
            dase,  envió  a  Tesalia  a  Lucio  Cassio  Longino  con  una



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