Page 383 - Guerra civil
P. 383

GUERRA  CIVIL  III


           tan  bien  su  cometido  que,  entablada  una  batalla  de  caba­
           llería,  rechazaron  a  todos  los  contrarios  y  mataron  a  mu­
           chos,  reincorporándose  después  a  su  columna.



              LXXVI.           1  Cumplida aquel día una jornada normal,1
           según  César  se  lo  había  propuesto,  y  habiendo  atravesado
           su ejército el río  Genuso se detuvo en su viejo campamento.
           Frente a  Asparragio,  concentró toda  su  infantería  dentro
           de  la  palizada  del  campamento,  y  a  la  caballería,  que
           había  enviado a dar la impresión  de  forrajear, 2  le ordenó
           que cuanto antes se reintegrara al campamento por la puerta
           decumana.         2  De  la  misma  manera  Pompeyo,  cumplida
           su  jornada  de aquel  día,  se  alojó  en su  viejo  campamento
           de  Asparragio.          3  De  sus  soldados,  que  no  tenían  qué
           hacer  por  conservarse  intactas  las  fortificaciones,  unos
           se  alejaban  mucho  con  el  objeto  de  acopiar  leña  y  de
           forrajear, otros, a quienes la imprevista decisión de ponerse
           en  marcha  había  sorprendido,  dejando  gran  parte  de  su
           bagaje  común  y  de  sus  fardos,  inducidos,  para  recuperar
           éstos, por la proximidad del  campamento  anterior, dejando
           las  armas  en  sus  tiendas,  abandonaban  el  cuartel.               4  El
           enemigo,  según  César  había  previsto  que  acontecería,
           estaba,  pues,  incapacitado  para  seguirlo,  y  hacia  la  mitad
           del  día,  dando  el  toque  de  marcha,  saca  a  su  ejército  de
           su  campamento,  y  reanudando  la  jornada  de  aquel  día,
           avanza  ocho  millas 3  desde  el  lugar  donde  se  encontraba,
           lo  cual  no  pudo  hacer  Pompeyo,  por  la  dispersión  de  sus
           tropas.


              LXXVII.           1  Al  día  siguiente,1  César,  enviando  de
           nuevo por  delante,  al  comienzo  de  la noche,2  su  impedi­
           menta,  hacia la  cuarta  vela 3  él  mismo  sale,  a  fin  de que,
           si  llegare  a  imponerse  la  necesidad  de  combatir,  su  ejér­
           cito,  expedito,  pudiera  soportar  cualquier  acción  súbita
           en  su  contra.        2  Cuya  estratagena  logra  llevar  a  cabo
           de  modo que,  a  pesar  de  ríos  muy  profundos  y  caminos
           muy  abruptos,  no le acontece  el  menor percance.                   3  En



                                                146
   378   379   380   381   382   383   384   385   386   387   388