Page 429 - Guerra civil
P. 429

GUERRA  CIVIL  III

          losinado  por  las  promesas  de  Pothino y del  rey,  el  eunuco
          le  hizo  saber  lo  que  se  proponía,  mediante  cartas  y  emi­
          sarios.      4  En el testamento de Tolomeo, el padre, estaban
          inscritos,  como  herederos  del  gobierno,  el  mayor  de  sus
          dos  hijos  y  aquella  de  sus  dos  hijas  que  prevalecía  por
          la  edad. 3      5  Tolomeo  Auletes  rogaba  al  pueblo romano,
          por  todos  los  dioses  y  por  la  confederación  que  había
          concertado  con  Roma,  que  se  cumplieran  las  anteriores
          disposiciones.        6  Un  testimonio  del  testamento4  había
          sido  llevado  hasta  Roma,  por  embajadores  del  rey,  a  fin
          de  que  fuera  depositado  en  el  erario 5  —tal  testimonio,
          no pudiéndose conservar en tal sitio a causa de las disputas
          públicas,  fue  consignado  a  Pompeyo—  y  otro  testimonio,
          fiel  copia  del  anterior,  permanecía  guardado  y  sellado  en
          Alejandría.


             CIX.        1  Mientras  se  discutían  ante César estos  asun­
          tos,  que  él  deseaba  con  ahínco  arreglar  como  amigo  y
          árbitro  común  de  las  controversias  de  ambos  monarcas,1
          de  improviso  se  anuncia  que  el  ejército  real  y  toda  su
          caballería  avanzan  hacia  Alejandría.                2  Las  tropas  de
          César  en  modo  alguno  eran  tantas  como  para  confiar  en
          ellas,  si  se  entablaba  batalla  fuera de  la  plaza. 2  Subsistía
          el  recurso de que  César se  mantuviera dentro de la  ciudad,
          en  los  sitios  por  él  ocupados.          3  Por  ello,  dispuso  que
          todos  sus  soldados  se  mantuviesen  en  pie  de  guerra  y
          suplicó3  al  rey  que,  de  sus  allegados,  enviara  a  quienes
          se  considerase  con  mayor  autoridad,  hacia  Achilas,  a  que
          éste  explicara  cuál  era  su  propósito.              4  Enviados  por
          el  monarca  Dioscórides4  y  Serapio,5  que  habían  sido
          embajadores en Roma y habían  disfrutado  de gran influen­
          cia  con  Tolomeo  el  Padre,  ambos  se  llegaron  hasta  Achi­
          las.     5  Éste,  cuando  aquéllos estuvieron en  su  presencia,
          antes  de  oírlos  y  de  conocer  por  qué  motivo  habían  acu­
          dido  a  él,  ordenó  que  se  les  aprehendiera  y  se  les  diese
          muerte;  uno  de  ellos, 6  lesionado  por  una  herida  que  le
          infirieron, fue sacado por los suyos en condición de muerto,



                                               16 9
   424   425   426   427   428   429   430   431   432   433   434