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como todos los demás (escritores, diseñadores, profesores, etc.) que interactúan con el sistema- deben
considerarse elementos del sistema. Asimismo, estos elementos e interfaces deben abordarse durante la
fase de diseño del sistema.
La interacción humana con los sistemas hace que sea imperativo tener en cuenta a los usuarios, operadores
y personal de mantenimiento durante las fases de diseño, desarrollo y funcionamiento del sistema. Durante
el diseño y el desarrollo, los requisitos y las interacciones humanas deben conocerse o preverse en todos los
niveles del sistema. Esto incluye no sólo el equipo, sino también los manuales y el programa de formación
para ese equipo. Durante la fase operativa, la información recibida sobre el terreno dictará los cambios
necesarios para mejorar el sistema en relación con el operador, el usuario o el mecánico en términos de
procedimientos locales, así como los procedimientos, la formación y los esfuerzos de diseño del fabricante.
Las lecciones aprendidas durante este periodo operativo en relación con la interacción humana con el
sistema pueden ser utilizadas por los fabricantes para el desarrollo de nuevos sistemas o la modificación de
los existentes.

Tradicionalmente, el ingeniero de sistemas debe estar familiarizado con una serie de disciplinas de
ingeniería para realizar su trabajo con éxito. Añadir los factores humanos a la caja de herramientas
significa añadir una disciplina más: la ingeniería de factores humanos. Esto implica no sólo la comprensión
de las características humanas, sino también cómo estas características se relacionan con el
funcionamiento general del sistema. Requiere que el ingeniero de sistemas comprenda los efectos que estos
seres humanos pueden tener en el funcionamiento del sistema, tanto si existe la interacción necesaria como
si no, si la respuesta es correcta o incorrecta, e incluso si la respuesta o la interacción están ausentes cuando
son necesarias. Es necesario que el ingeniero de sistemas aborde estos efectos como parte del diseño básico
del sistema. Los efectos de la presencia humana son tan reales como la presencia de tensiones y enlaces
mecánicos. El ser humano es un elemento del sistema. Cuando todos los elementos funcionan
correctamente, el sistema también lo hace.

Objetivos Del Sistema Frente A Objetivos Del Usuario

Elwyn Edwards4 afirma que la eficacia de un sistema se mide por el grado de consecución de sus objetivos.
McCormick5 también menciona la eficacia funcional del sistema como uno de los objetivos del diseño. En
este apéndice, integramos la filosofía de la ingeniería de sistemas, analizada en el apéndice A, con la filosofía
de los factores humanos. Al hacerlo, consideramos que los objetivos significativos no son los objetivos del
sistema, sino los objetivos que el usuario del sistema espera conseguir al emplear el sistema.
Ya no podemos diseñar en aras del sistema o de la tecnología. Esta nueva filosofía exige que ahora
diseñemos para la aplicación del sistema. Un sistema, ya sea un simple reproductor de cintas o un exótico
medio de transporte, es sólo una herramienta. Es una herramienta que utilizan las personas para lograr
algún objetivo personal o laboral. Para que esa herramienta sea "fácil de usar", debemos diseñarla para que
sea utilizable por los seres humanos. Eso significa que el sistema no sólo tiene que realizar alguna función
de manera eficiente, sino que tiene que realizar esa función de la manera que el usuario del sistema quiere
que se realice.
Un sistema que alcanza los objetivos de diseño de una colección de repuestos mecánicas y eléctricas puede
representar la perfección de la ingeniería, pero si el dispositivo no puede ser utilizado por las personas para
algún propósito humano, es sólo una colección de repuestos mecánicas y eléctricas; sólo otro "artilugio".
Diseñar para la interfaz humana

Tanto si hablamos de sistemas eléctricos como mecánicos, de procesos o procedimientos que hay que llevar
a cabo, o de formularios que hay que rellenar durante el mantenimiento, la interfaz entre estos sistemas y

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