Page 118 - La Constitución de los atenienses
P. 118

INTRODUCCIÓN



                la Athénaidn  Politeia  platónica  (Canfora  1997:113).  Ahí  se

                habla  de  la destrucción  de  la música y  del  papel  del  teatro,

                temas  que  manifiestan  una  influencia  directa  de  la  obra

                anónima en  el  filósofo.  Una probable influencia puede obser­

                varse  en  el  oligarca  teofrasteo  (Caracteres XXVI)  quien  afir­

                ma “debemos ser nosotros o ellos quienes habiten la ciudad”

                que  recuerda el singular pasaje,  muy  discutido,  de II  20  (cf.

                Spina  1981:  274).  Las coincidencias evidentes entre el  Gallo

                de  Luciano  y  el  opúsculo  pseudo  jenofonteo  llevaron  a  Gi­

                gante  (1953:  192-7)  a  concluir  que,  todavía  en  el  siglo  se­


                gundo  de  nuestra  era,  la  obra  gozaba  del  privilegio  de  la
                lectura de parte de hombres cultos como Luciano, lo cual se


                manifiesta también en la recepción entre los lexicógrafos.
                    También  en  ámbito  latino se encuentran  rastros  de la in­

                fluencia de la obra en  Cicerón,  pues en  el libro  IV de la Re­

               pública se refería seguramente a la legislación ateniense sobre


                el teatro,  de donde San Agustín habría obtenido la informa­

                ción  de  la existencia de  una  ley  que  permitía  a  la  comedia

                decir  cualquier  cosa  sobre  cualquiera  {La  ciudad de Dios  II

                9),  noticia que se basa en una interpretación errónea,  según

                Canfora (1997:  114),  de II  18,  pues  esa ley jamás existió. A

                este  pasaje  se vinculaba también  Dion  de Prusa quien  indi­

                caba que los ataques no  sólo se referían  a particulares  sino a

                toda la ciudad, además de hacer referencias a otras partes de

                la obra  (Canfora  1997:  114).

                    Luego  el  rastro  de la  obra  se  pierde.  No  existe  influencia

                de  ningún  tipo  ni  en  Maquiavelo,  ni en  los  enciclopedistas,




                                                           CXVI
   113   114   115   116   117   118   119   120   121   122   123