Page 29 - La Constitución de los atenienses
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INTRODUCCIÓN



         miento  del  sistema  están  en  completa  consonancia  con  la

         democracia  ateniense.  El  autor  manifiesta  una  juiciosa  ma­

         durez  no  exenta  de  apasionamiento  partidario,  una  clara

         conciencia  de  la  situación  desfavorable,  y  una  cultura  ya

        afianzada sobre el fenómeno político,  aunque no se  trata de

         una  obra de  carácter teórico,  sino  de  un  texto  de  polémica

         política práctica.  No es tampoco la descripción fascinada de
         la  racionalidad  del  régimen  político,  sino  la  consideración

        desprejuiciada  de  la  fortaleza  de  una  odiada  forma  de  go­

         bierno que debe ser destruida.







        El lugar y el destinatario




         No puede, sin embargo, rechazarse de manera tajante que la

         Constitución  de  los  atenienses  hubiera  sido  un  diálogo.  De

         cualquier modo,  habría que tomar en consideración que,  si

         fuera  un  diálogo,  se  trataría  de  una  obra  de  ficción  donde
         deberían  diferenciarse  los  elementos dramáticos  de  los  rea­

         les. Así, los dos o más interlocutores deberían ser personajes

         creados  por  el  autor  y  ubicados  en  una  situación  y  en  un

         lugar ficticios, con toda la apariencia de ser reales. A ello po­

         dría  deberse  la imposibilidad  de  responder a  los  principales

         problemas  que  plantea  la  obra,  como  es  el  caso  del  lugar

         donde la obra fue escrita y de su destinatario.

             El  problema del  lugar  en  que  fue  escrito  el  texto  es  muy

         ilustrativo al respecto.  El autor del opúsculo se refiere a Ate-



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