Page 34 - La Constitución de los atenienses
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INTRODUCCIÓN
sión de que los destinatarios eran no atenienses se basaría
sobre todo en el tono empleado por el Anónimo al referirse
al demos o a los atenienses en tercera persona. Pero habrá que
notar que el autor lo hace así, porque, al igual que sus desti
natarios, no comparte la actitud de la clase política en el poder.
De otra manera, para ser estrictos, no sólo los destinatarios,
sino el propio autor deberían ser no atenienses. Pero no se
llega a pensar esto último, gracias a algunas afirmaciones del
sujeto del discurso, como la de I 12, donde el autor afirma:
“dimos igualdad de palabra” a metecos y esclavos (dando tal
vez a entender que tanto él como sus propios interlocutores,
al igual que todos los atenienses, son responsables; cf. II 11:
“tengo mis naves”; II 12: “son rivales nuestros”), y a que se
ha definido con claridad que el texto está escrito en ático,
aunque con influencia jónica. Así, los argumentos a favor de
un público externo son débiles. En cambio, es muy probable
que tanto el orador como su público sean atenienses.
El Anónimo ve a la sociedad ateniense muy fragmentada.
En primer lugar, hace una división entre miserables y pu
dientes. Los primeros, buenos; los segundos, malos. En se
guida, los miserables pueden dividirse, a su vez, en dos: los
que participan en la Asamblea y los que no; y los primeros, a
su vez, en mayoría y minoría (Talamo 1988). Los hombres
de bien (nobles, ricos, educados y capaces) se encuentran
también divididos en dos: los leales a su clase y los colaboracio
nistas. Por ello, demos se aplica a todos los atenienses, o a la
parte adversaria de los nobles, o a la Asamblea, o al grupo de
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