Page 325 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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principio que está presente en los tres mundos, en cada uno de ellos se manifiesta
como un principio activo, de modo que el espíritu del hombre, al ser partícipe de la
naturaleza de la divinidad, vive en tres planos del ser: la esfera suprema, la superior y
la inferior de los pitagóricos. A la entrada de la esfera inferior (el infierno o el lugar
donde habitan las criaturas mortales), está el guardián del Hades: el perro de tres
cabezas, Cerbero, análogo a los tres asesinos de la leyenda de hirámica. Según esta
interpretación simbólica del espíritu trino, Hiram es la tercera parte, la que se encarna:
el Maestro Constructor que, a lo largo de todas las épocas, levanta templos vivos de
carne y hueso como santuarios de lo más alto. Hiram se presenta como una flor y la
cortan; muere a las puertas de la materia; es enterrado en los elementos de la creación,
pero, a semejanza de Thor, agita su martillo poderoso en los campos del espacio, pone
en movimiento los átomos primigenios e impone el orden en el caos. Como
potencialidad del poder cósmico que reside en cada alma humana, Hiram espera a que
el hombre, mediante el ritualismo complejo de la vida, convierta la potencialidad en
potencia divina. Sin embargo, a medida que aumentan las percepciones sensoriales del
individuo, el hombre adquiere cada vez mayor control de sus distintas partes y el
espíritu de la vida interior poco a poco alcanza la libertad. Los tres asesinos
representan las leyes del mundo inferior —nacimiento, desarrollo y decadencia— que
cada vez frustran el plan del Constructor. Para el individuo medio, el nacimiento físico
en realidad significa la muerte de Hiram y la muerte física, su resurrección. El
iniciado, en cambio, alcanza la resurrección de la naturaleza espiritual sin la
intervención de la muerte física.
Según la interpretación de S. A. Zola, del grado 33 y antiguo Gran Maestro de la
Gran Logia de Egipto, unos símbolos curiosos hallados en la base de la Aguja de
Cleopatra, que actualmente se encuentra en el Central Park de Nueva York, tenían, en
primer lugar, importancia masónica. Se encuentran marcas y símbolos masónicos en
las piedras de numerosos edificios públicos, no solo en Inglaterra y en el continente
europeo, sino también en Asia. En su Indian Masons’ Marks of the Moghul Dynasty,
A. Gorham describe muchísimas marcas que aparecen en los muros de edificios tales
como el Taj Mahal, la Jama Masjid y una famosa construcción masónica: el Qutab
Minar. Para los que consideran la masonería un producto de la sociedad secreta de
arquitectos y constructores que durante miles de años constituyeron una casta de
maestros artesanos, Hiram Abí fue el Gran Maestro tirio de una organización mundial
de artesanos, cuyo cuartel general estaba en Tiro. Su filosofía consistía en incorporar a
sus mediciones y sus ornamentaciones de templos, palacios, mausoleos, fortalezas y
demás edificios públicos su conocimiento de las leyes que controlaban el universo. A