Page 327 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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gobierna la Iglesia, es dominado por la superstición, y cuando gobierna el Estado, es
dominado por el miedo. Para que los hombres puedan vivir juntos en armonía y
entendimiento, hay que convertir la ignorancia en sabiduría, la superstición en fe
iluminada y el miedo en amor. Aunque se afirme lo contrario, la masonería es una
religión que pretende unir a Dios y al hombre, elevando a sus iniciados a un nivel de
conciencia en el cual puedan contemplar con visión clara las obras del Gran
Arquitecto del universo. De una época a otra, perdura la visión de una civilización
perfecta como ideal para la humanidad, en medio de la cual habrá una universidad
poderosa, en la que se enseñarán libremente las ciencias sagradas y las seculares
relacionadas con los misterios de la vida a todos los que asuman la vida filosófica.
Allí no tendrán cabida el credo ni el dogma; se eliminará lo superficial y solo se
mantendrá lo esencial. El mundo será gobernado por las mentes más preclaras y cada
uno ocupará el puesto para el cual esté mejor preparado.
La gran universidad se dividirá en grados, a los que se accederá por medio de
pruebas preliminares o iniciaciones En ella se enseñará a la humanidad el más
sagrado, el más secreto y el más imperecedero de todos los Misterios: el simbolismo.
Allí se enseñará a los iniciados que todos los objetos visibles, todos los pensamientos
abstractos y todas las reacciones emocionales no son más que símbolos de un
principio eterno. Allí la humanidad aprenderá que Hiram (la Verdad) está enterrado en
cada uno de los átomos del Cosmos, que toda forma es un símbolo y que todo
símbolo es la tumba de una verdad eterna. Mediante la educación —espiritual, mental,
moral y física—, el hombre aprenderá a desprender las verdades vivas de la capa
inerte que las envuelve. En definitiva, el gobierno perfecto de la tierra debe tomar
como modelo el gobierno divino por el que se rige el universo. El día que se
restablezca el orden perfecto, cuando triunfen la paz universal y el bien, los hombres
ya no buscarán la felicidad, porque la encontrarán en sí mismos. Las esperanzas
muertas, las aspiraciones muertas y las virtudes muertas saldrán de su tumba y el
espíritu de la belleza y la bondad, asesinado una y otra vez por hombres ignorantes,
volverá a ser el maestro de obras. Entonces los sabios se sentarán en los asientos de
los poderosos y los dioses caminarán con los hombres.