Page 349 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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MANTÍCORA
H. Stanley Redgrove: Bygone Beliefs
La más extraordinaria de todas las criaturas alegóricas era la
mantícora. Ctesias la describe con el cuerpo de color encendido y forma de
león, tres hileras de dientes, cabeza y orejas humanas, ojos azules, cola
acabada en una serie de puntas y aguijones y una voz que sonaba como el
clarín de las trompetas. Este cuadrúpedo sintético entró tranquilamente en
las obras medievales sobre historia natural, aunque, si se piensa bien, nadie
la había visto jamás, porque vivía en regiones inaccesibles y, por
consiguiente, era difícil de localizar.
Según numerosos fragmentos dispersos que se conservan, la naturaleza inferior del
hombre se simbolizaba mediante una criatura tremenda y violenta, parecida a una gran
serpiente o dragón, llamada leviatán. Todos los símbolos con forma o movimientos de
serpiente representan la energía solar en alguna de sus numerosas formas. Por
consiguiente, esta gran criatura marina representa la vida solar aprisionada en el agua
y también la energía divina que corre por el cuerpo del hombre, donde, hasta que se
transmuta, se manifiesta como un monstruo que se retuerce: los apetitos, las pasiones
y los deseos del hombre. Entre los símbolos de Cristo como Salvador de los hombres
hay varios relacionados con el misterio de Su naturaleza divina, ocultos en la
personalidad del Jesús humilde.
Los gnósticos dividían la naturaleza del Redentor cristiano en dos panes: por un
lado, Jesús, el hombre mortal, y por el otro, Cristo, la personificación del Nous, el