Page 390 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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transitoriamente, de la inmortalidad. Además, por la gran cantidad de semillas que
tiene, la granada se utilizaba a menudo para representar la fecundidad natural. Por el
mismo motivo, Jacob Bryant, en A New System, or an Analysis of Ancient Mythology,
señala que los antiguos reconocían en esta fruta un emblema adecuado del arca del
diluvio universal, que contenía las semillas de la nueva raza humana. En los Misterios
antiguos, también se consideraba a la granada un símbolo divino de una importancia
tan peculiar que su verdadera explicación no se podía divulgar. Los cabiros la
llamaban «el secreto prohibido». Muchos dioses griegos se representan con una
granada o una flor del granado en la mano, evidentemente para indicar que
proporcionan vida y abundancia. Las columnas Jachin y Boaz, situadas delante del
templo del rey Salomón, tenían capiteles en forma de granada y, por orden de Jehová,
se bordaban flores de granado en la parte inferior del efod del Sumo Sacerdote.
El vino fuerte hecho con el zumo de la uva se consideraba símbolo de la vida falsa
y la luz falsa del universo, porque se producía mediante un proceso falso: la
fermentación artificial. La bebida fuerte nubla el raciocinio y la naturaleza animal,
liberada de su cautiverio, controla al individuo, unos hechos que, necesariamente,
tenían la máxima importancia espiritual. Como la naturaleza inferior es el tentador
eterno que intenta conducir al hombre hacia excesos que inhiben las facultades
espirituales, la uva y su producto se usaban para representar al Adversario.
Según los egipcios, el zumo de la uva era la sustancia que más se parecía a la
sangre: incluso creían que la uva obtenía la vida de la sangre de los difuntos puestos
bajo tierra. Según Plutarco, «en Heliópolis, los sacerdotes del sol no entraban jamás
con vino en sus templos, […] y si en algún momento lo usaban en sus libaciones a los
dioses, no era porque lo considerasen aceptable para ellos por su naturaleza, sino que
lo derramaban sobre sus altares como si fuera la sangre de los enemigos que habían
luchado contra ellos, porque para ellos el vino brotaba de la tierra después de que esta
hubiese engordado con los huesos de los caídos en las guerras contra los dioses. Y
este es —según ellos— el motivo por el cual beber su zumo en grandes cantidades
enloquece a los hombres y los pone fuera de sí, llenándolos, por así decirlo, de la
sangre de sus propios antepasados». [92]
En algunos cultos, el estado de embriaguez se consideraba una condición similar al
éxtasis, porque se creía que el individuo estaba poseído por el espíritu universal de la
vida, cuyo vehículo elegido era el vino. En los Misterios, a menudo se usaba la uva
para simbolizar la lujuria y la disipación, que tienen efectos desmoralizantes en la
naturaleza emocional. Sin embargo, se reconocía que la fermentación era la prueba