Page 403 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
P. 403
superficie grabó diez letras antiguas. Mientras que en las primeras tablas —partícipes
de la divinidad del árbol de la Vida— resplandecían las verdades eternas, las segundas
—partícipes de la naturaleza del árbol del Bien y del Mal— solo revelaban verdades
temporales, de modo que la antigua tradición de Israel regresó una vez más al cielo y
no dejó más que su sombra entre los hijos de las doce tribus.
Una de las dos tablas de piedra que el Legislador entregó a sus seguidores
representaba las tradiciones orales y la otra, las tradiciones escritas en las que se
fundaba la Escuela Rabínica. Los distintos expertos no se ponen de acuerdo sobre el
tamaño ni sobre el contenido de las tablas inferiores. Algunos dicen que eran tan
pequeñas que cabían en el hueco de una mano; otros declaran que cada tabla medía
diez o doce codos de largo y tenía un peso enorme. Unos cuantos niegan incluso que
fueran de piedra y sostienen que eran de una madera llamada sedr, que, según los
musulmanes, abunda en el Paraíso.
Las dos tablas significan el mundo superior y el inferior, respectivamente: el
principio formativo paterno y el materno. En su estado individual presentan lo
andrógino cósmico. La rotura de las tablas significa vagamente la separación de la
esfera superior de la inferior y también la división de los sexos. En las procesiones
religiosas de los griegos y los egipcios se transportaba un arca o una embarcación que
contenía tablas, conos y recipientes de piedra de diversas formas que representaban
los procesos de procreación. El arca de los israelitas —construida según el modelo de
los arcones sagrados de los Misterios isíacos— contenía tres objetos sagrados, cada
uno de los cuales tenía una importante interpretación fálica: el cuenco de maná, la
vara que reverdeció y las tablas de la ley, que son el primero, el segundo y el tercer
principio de la tríada creativa. El maná, la vara que reverdeció y las tablas de piedra
son también imágenes adecuadas de la Cábala, la Mishná y la ley escrita,
respectivamente, o sea, el espíritu, el alma y el cuerpo del judaísmo. Cuando la
llevaron a la Casa Eterna del rey Salomón, el Arca de la Alianza solo contenía las
tablas de la ley. ¿Querrá decir esto que, incluso en épocas tan tempranas, la tradición
secreta ya se había perdido y solo quedaba la letra de la revelación?
Como representación del poder que creó la esfera inferior o demiúrgica, las tablas
de piedra eran sagradas para Jehová, en contraposición a las tablas de zafiro, que
representaban la potencia que establecía la esfera superior o celestial. No cabe duda de
que las tablas mosaicas tienen su prototipo en los pilares u obeliscos de piedra
colocados a ambos lados de la entrada de los templos paganos. Es posible que estas
columnas pertenezcan a aquella época remota en la que los hombres adoraban al
Creador a través de Su signo zodiacal de Géminis, cuyo símbolo siguen siendo los