Page 527 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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cuyas potencias y potencialidades divinas se consideraban una personalidad gigante;
sus miembros, según los gnósticos, eran los elementos básicos de la existencia. Es
posible que a este Adán se lo representara mirando hacia los dos lados, para indicar
que con un rostro miraba la causa próxima por sí misma y, con el otro, el extenso mar
del cosmos en el cual se iba a sumergir.
Desde un punto de vista filosófico, Adán se puede considerar una representación
de la plena naturaleza espiritual del ser humano, que es andrógina e incorruptible. El
hombre mortal apenas conoce esta naturaleza más plena. Así como el espíritu contiene
en sí la materia y es, al mismo tiempo, la causa y la culminación del estado
denominado materia, Eva representa la parte inferior, o mortal, que se saca de la
creación espiritual más grande y más completa o que tiene una existencia temporal en
ella. Como representante de la parte inferior del individuo, Eva es la tentadora, que,
conspirando con la serpiente del conocimiento mortal, hizo que Adán se sumiera en
un estado como de trance en el cual no tenía conciencia de su propio Ser superior.
Cuando Adán supuestamente despertó, en realidad quedó dormido, porque ya no
estaba en el espíritu, sino en el cuerpo; como se había producido una división en su
interior, el verdadero Adán quedó en el Paraíso, mientras su parte inferior se
encarnaba en un organismo material (Eva) y vagaba por la oscuridad de la existencia
mortal.
Aparentemente, los seguidores de Mahoma comprendían mejor que los no
iniciados de otras sectas la verdadera importancia mística del Paraíso, porque se daban
cuenta de que, antes de su caída, la morada del ser humano no quedaba en un jardín
físico en ningún lugar de la tierra, sino, más bien, en una esfera superior (el mundo
angélico), bañada por cuatro corrientes místicas de vida. Después de ser expulsado del
Paraíso, Adán llegó a la isla de Ceilán y este lugar es sagrado para algunas sectas
hindúes, que reconocen en la vieja isla de Lanka —se supone que en algún momento
estuvo conectada con tierra firme mediante un puente— el lugar donde estaba el
jardín del Edén, del cual emigró la raza humana. Según Las mil y una noches [141] ,
todavía se puede ver la huella de Adán en lo alto de una montaña de Ceilán. En las
leyendas islámicas, Adán se reunió después con su esposa y, cuando murió,
Melquisedec llevó su cuerpo a Jerusalén después del diluvio para enterrarlo allí. [142]
La palabra ADM significa una especie o raza y solo por la falta de un
conocimiento adecuado se ha considerado a Adán un individuo. Como el
macrocosmos. Adán es el andrógino gigante, incluso el demiurgo; como el
microcosmos, es la principal obra del demiurgo y, dentro de la naturaleza del