Page 864 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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mensajera del sol. Era el dios Quetzalcóatl en México, Gucumatz para los quichés y en

  Perú lo llamaban Amaru. De este último nombre procede nuestra palabra “América”.
  Amaruca  quiere  decir,  literalmente,  “la  tierra  de  la  serpiente  emplumada”.  Hubo  un

  tiempo en el cual los sacerdotes de este Dios de la Paz gobernaron las dos Américas

  desde  su  centro  principal  en  las  cordilleras.  Todos  los  pieles  rojas  que  se  han

  mantenido  fieles  a  la  antigua  religión  siguen  bajo  su  influjo.  Uno  de  sus  centros
  fuertes estaba en Guatemala y a su Orden pertenecía el autor del libro llamado Popol

  Vuh. En lengua quiché, Gucumatz es el equivalente exacto de Quetzalcóatl en lengua

  náhuatl: quetzal, ave del Paraíso; coatl, serpiente: “la serpiente velada con plumas del

  ave del Paraíso”».
       El Popol Vuh fue descubierto por el padre Ximénez en el siglo XVII: fue traducido

  al  francés  por  Brasseur  de  Bourbourg  y  se  publicó  en  1861.  La  única  traducción

  completa  al  inglés  es  la  de  Kenneth  Sylvan  Guthrie,  publicada  en  los  primeros
  números  de  la  revista  The  Word,  que  se  utilizó  como  referencia  para  escribir  este

  artículo. Una parte del Popol Vuh fue traducida al inglés por James Morgan Pryse, con

  comentarios sumamente valiosos, pero lamentablemente nunca la acabó. El segundo
  libro  del  Popol Vuh  se  dedica  en  su  mayor  parte  a  los  rituales  de  iniciación  de  la

  nación quiché. Estas ceremonias son de la máxima importancia para los estudiosos del

  simbolismo masónico y la filosofía mística, porque establecen fuera de toda duda la

  existencia  de  escuelas  mistéricas  antiguas  y  de  origen  divino  en  el  continente
  americano.

       Lewis  Spence,  en  su  descripción  del  Popol  Vuh,  propone  unas  cuantas

  traducciones  del  título  del  propio  manuscrito.  Tras  pasar  por  alto  las  versiones  «El

  libro de la alfombra» y «El registro de la comunidad», le parece probable que el título
  correcto  sea  «La  colección  de  hojas  escritas»,  porque  popol  significa  «corteza

  preparada»  y  vuh,  «papel»  o  «libro»,  y  procede  del  verbo  uoch,  que  quiere  decir

  «escribir».  Según  la  interpretación  del  doctor  Guthrie,  las  palabras  Popol  Vuh
  significan  «El  libro  del  Senado»  o  «El  libro  de  la  Asamblea  Sagrada»;  Brasseur  de

  Bourbourg lo llama «El libro sagrado» y el padre Ximénez llama al volumen «El libro

  nacional».  En  sus  artículos  sobre  el  Popol  Vuh  publicados  en  el  decimoquinto

  volumen de Lucifer, James Morgan Pryse encara el tema desde el punto de vista del
  místico y llama a esta obra «El libro del velo azul celeste». En el propio Popol Vuh se

  hace referencia a los documentos antiguos de los cuales obtuvo el material el indio

  cristianizado que lo compiló como «El relato de la existencia humana en la tierra de

  penumbras y de cómo el hombre vio la luz y la vida».
       Los escasos documentos indígenas disponibles contienen abundantes pruebas de
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