Page 458 - Dune
P. 458
de su jefe?
Junto a Paul, Stilgar le dirigió una interrogadora mirada.
—¿Cómo podría privarme de una parte de nuestra fuerza en el momento en que
estamos más necesitados de ella? —preguntó Paul—. Yo soy vuestro jefe, y os digo
que debemos dejar de dedicarnos a matar a nuestros mejores hombres. ¡Por el
contrario, debemos matar a nuestros verdaderos enemigos, a los Harkonnen!
En un gesto fulminante, Stilgar blandió su crys y lo apuntó hacia la multitud.
—¡Larga vida al Duque Paul-Muad’Dib! —exclamó.
Un rugido ensordecedor invadió la caverna, resonando en las paredes de roca:
—¡Ya hya chouhada! ¡Muad’Dib! ¡Muad’Dib! ¡Muad’Dib! ¡Ya hya chouhada!
¡Larga vida a los guerreros de Muad’Dib!, tradujo Jessica para sí misma. La
escena que ella, Paul y Stilgar habían preparado había funcionado correctamente.
El tumulto murió lentamente. Cuando se restableció el silencio, Paul hizo frente a
Stilgar.
—Arrodíllate, Stilgar —dijo.
Stilgar dobló su rodilla sobre la plataforma.
—Dame tu crys —dijo Paul.
Stilgar obedeció.
Esto no lo habíamos planeado, pensó Jessica.
—Repite conmigo, Stilgar —dijo Paul, y recitó de memoria las palabras de la
investidura tal como las había oído a su padre—: Yo, Stilgar, tomo este cuchillo de
manos de mi Duque.
—Yo, Stilgar, tomo este cuchillo de manos de mi Duque —dijo Stilgar, y aceptó
la lechosa hoja que le tendía Paul.
—Clavaré esta hoja donde mi Duque me ordene —dijo Paul.
Stilgar repitió las palabras, con voz lenta y solemne.
Recordando las fuentes del ritual, Jessica sintió que las lágrimas acudían a sus
ojos. Agitó la cabeza. Conozco las razones de esto, pensó. No tendría que
conmoverme así.
—Dedico esta hoja a la causa de mi Duque y a la muerte de sus enemigos por
tanto tiempo como la sangre corra por mis venas —dijo Paul.
Stilgar repitió tras él las palabras.
—Besa la hoja —ordenó Paul.
Stilgar obedeció y luego, a la manera Fremen, besó el brazo de Paul que en
combate empuñaba el cuchillo. A una seña de Paul, guardó el cuchillo y se puso en
pie.
Un susurro de sorpresa recorrió la multitud, y Jessica oyó las palabras:
—La profecía… Una Bene Gesserit nos mostrará el camino y una Reverenda
Madre lo verá. —Y luego, más lejos—: ¡Nos lo ha mostrado a través de su hijo!
www.lectulandia.com - Página 458