Page 459 - Dune
P. 459

—Stilgar  es  el  jefe  de  esta  tribu  —dijo  Paul—.  Que  nadie  se  engañe  en  esto.
           Stilgar gobierna con mi voz. Aquello que Stilgar os diga, es como si os lo hubiera
           dicho yo mismo.

               Hábil, pensó Jessica. El jefe de la tribu no puede perder prestigio ante aquellos
           que deberán obedecerle.
               Paul bajó la voz para decir:

               —Stilgar, quiero mensajeros en el desierto esta noche, y ciélagos que convoquen
           una Reunión del Consejo. Cuando hayas hecho esto, toma a Chatt, Korba, Otheym y
           otros dos lugartenientes elegidos por ti. Tráelos a mis apartamentos para preparar los

           planes  de  batalla.  Tenemos  que  poder  mostrarle  una  victoria  al  Consejo  de  Jefes
           cuando lleguen.
               Paul  hizo  una  seña  a  su  madre  para  que  le  acompañara,  abandonando  la

           plataforma  y  abriéndose  camino  entre  la  multitud,  dirigiéndose  hacia  el  corredor
           central y a los apartamentos que le habían sido preparados. Mientras Paul avanzaba

           entre la multitud, muchas manos tocaron sus ropas y algunas voces le invocaron.
               —¡Mi  cuchillo  obedecerá  las  órdenes  de  Stilgar,  Paul-Muad’Dib!  ¡Haznos
           combatir, Paul-Muad’Dib! ¡Haz que la sangre de los Harkonnen bañe nuestro mundo!
               Sintiendo  las  emociones  a  su  alrededor,  Jessica  captó  los  frenéticos  deseos  de

           luchar  de  aquella  gente.  Nunca  habían  estado  más  dispuestos.  Les  estamos
           arrastrando hasta las cimas más altas, pensó.

               En la estancia interior, Paul indicó una silla a su madre.
               —Espera aquí —dijo. Y atravesó las cortinas en dirección al corredor.
               Jessica permaneció sola en la silenciosa estancia después de que Paul se hubo ido,
           sin más sonidos que el débil zumbido de las bombas de viento que hacían circular el

           aire por el sietch.
               Ha ido a buscar a Gurney Halleck para traerlo aquí, pensó. Y se maravilló por la

           extraña  mezcla  de  emociones  que  la  inundaba.  Gurney  y  su  música  le  evocaban
           tantos momentos felices en Caladan, antes de su partida hacia Arrakis. Pero parecía
           como  si  hubiera  sido  otra  persona  la  que  hubiera  estado  en  Caladan.  Habían
           transcurrido  tres  años  desde  entonces,  pero  realmente  se  había  convertido  en  otra

           persona.  El  enfrentarse  nuevamente  a  Gurney  la  forzaba  a  reflexionar  en  todos
           aquellos cambios que se habían producido en ella.

               El servicio de café de Paul, de plata y jasmium, heredado de Jamis, se hallaba
           sobre  una  mesa  baja  a  su  derecha.  Lo  miró,  pensando  en  cuántas  manos  habían
           tocado aquel metal. La propia Chani había servido a Paul aquél último mes.

               ¿Qué otra cosa puede hacer esa mujer del desierto por un Duque excepto servirle
           el café?, se dijo. No le aporta ningún poder, ninguna familia. Paul tan sólo tiene una
           gran posibilidad… aliarse con una Gran Casa poderosa, quizá incluso con la familia

           Imperial. Hay princesas en edad de matrimonio, después de todo, y cada una de ellas




                                        www.lectulandia.com - Página 459
   454   455   456   457   458   459   460   461   462   463   464