Page 30 - Alejandro Casona
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MAURICIO.
                  Si viera nuestros archivos se asombraría de lo que puede conseguirse
                  con un poco de fantasía... y contando, naturalmente, con la fantasía
                  de los demás.

                  ISABEL.
                  Debe ser un trabajo bien difícil. ¿Tienen éxito siempre?

                  MAURICIO.
                  También hemos tenido nuestros fracasos. Por ejemplo: una tarde
                  desapareció un niño en un parque público mientras la niñera hablaba
                  con un sargento... Al día siguiente desaparecía otro niño mientras la
                  mademoiselle hacía su tricota. Y poco después, otro, y otro, y otro...
                  ¿Recuerda el terror que se apoderó de toda la ciudad?

                  ISABEL.
                  ¿También era usted el ladrón de niños?

                  MAURICIO.
                  Naturalmente. Eso sí, nunca estuvieron mejor atendidos que en esta
                  casa.

                  ISABEL.
                  Pero ¿qué es lo que se proponía?

                  MAURICIO.
                  Cosas del pedagogo. Realmente era una pena ver a aquellas criaturas
                  siempre abandonadas en manos  extrañas. ¿Dónde estaban los
                  padres? Ellos en sus tertulias, ellas en sus fiestas sociales y en sus
                  tés. Era lógico que al producirse el pánico se aferraran
                  desesperadamente a sus hijos ¿verdad? ¡Desde mañana todos juntos
                  al parque!

                  ISABEL.
                  ¿Y no resultó?

                  MAURICIO.
                  Todo al revés de como estaba calculado. El pánico se produjo, pero
                  los padres siguieron en sus tertulias, las madres en sus tés ¡y los
                  pobres chicos en casa, encerrados con llave! Un fracaso total.

                  ISABEL.
                  ¡Qué lástima! Era una bonita idea.

                  MAURICIO.
                  No volverá a ocurrir: ya hemos  expulsado al pedagogo y hemos
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