Page 257 - DERECHO INDÍGENA Y DERECHOS HUMANOS EN AMÉRICA LATINA (1988)
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... las  instituciones que actúan en el campo de la política de tierras la han
                         manejado de una manera tal que la estructura agraria, cuyas desigualdades se
                         apuntaron antes, tienden a profundizarse en vez de cambiar en  un sentido
                         positivo... Durante casi 20 años sólo 12 800 familias recibieron parcelas o derecho
                         sobre parcelas equivalente entre 15.6 hectáreas (modalidad de patrimonio familiar
                         mixto) y 23.1 hectáreas (fincas cooperativas). En otras palabras, la política del INTA
                         (Instituto Nacional de Transformación Agraria) ha sido, en términos generales, la
                         de adjudicar minifundios o fincas subfamiliares. El programa de tierras en el Petén
                         tiene características opuestas. Hasta junio de 1975 el FYDEP había adjudicado en 7
                         parcelamientos 221.4  miles de hectáreas en beneficio  de 545 familias con un
                         promedio de 389.7 hectáreas por beneficiado... Estos  datos muestran que la
                         política de tierras  INTA-FYDEP  está haciendo más regresiva la estructura agraria
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                         existente en el país... .

                   En cuanto a la AID su diagnostico -mucho más reciente, ya que data de
                   septiembre de 1982- es igualmente negativo. En él se señala, por ejemplo:

                         No obstante, nada pone en duda la profunda  dualidad que aflige a  la sociedad
                         rural de Guatemala respecto a la posesión de la tierra y acceso a las tierras. Corno
                         se indicó en la parte 1, la formación de minifundios o fragmentación de las
                         posesiones de tierra para un  gran número de productores principales ha
                         aumentado progresivamente durante los pasados 30 años, hasta el punto que en
                         1979 el  78 por ciento de todas las fincas  de Guatemala tenían menos de 3.5
                         hectáreas,  mientras ocupaban 10% de la tierra en fincas. Por otro lado, la
                         concentración es igualmente dramática con fincas de 450 hectáreas mayores, que
                         constituyen menos del I% (uno por ciento) de las fincas, pero que contienen 34%
                         de  la  tierra en fincas. El patrón  de concentración de la tierra se intensifica
                         adicionalmente con el  hecho de que las fincas que tienen las tierras de mejor
                         calidad bajo cultivo, generalmente se encuentran en donde existe la mayor
                         concentración. Y por último, la dualidad se  refleja en la extensión de tierras
                         cultivables  ociosas (abandonadas o que no se encuentran en producción) que
                         existen en las grandes posesiones, aproximadamente 1.2 millones de hectáreas
                         según se estimó en un censo agrícola de 1979, ante la severa escasez de tierra
                         entre la masa de campesinos de escasos  recursos. De alguna forma, esta
                         dualidad es un reflejo de una división tradicional inadecuada entre un sector
                         considerable de subsistencia de indígenas y ladinos de escasos recursos... y un
                         sector moderno que esté dominado por la agricultura  comercial e industrias
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                         pequeñas... .

                         En lo concerniente específicamente a la población indígena, es importante
                  señalar que su reivindicación por la tierra no se refiere a la "modernización" de sus
                  métodos y tecnología de producción o a la  conveniencia de que el Estado les
                  otorgue tierras en propiedad privada, como parece deducirse del documento
                  citado.




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                    Secretaria  General del Consejo Nacional de Planificación Económica, Diagnóstico del  sector
                  agrícola 1950-1977. Guatemala, 1977, pp. 107-110 (mimeo.). Cit. p. Guerra Borges (1984) p. 54.
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