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Al rato llegaron los cuatro hermanos después de la recogida de limosnas. Bhima
estaba sentado en una esquina y en cuanto Yudhishthira le miró notó que en su rostro
había una expresión de alegría que hacía ya mucho tiempo que no veía y dirigiéndose a
su madre le dijo:
—Madre, ¿qué sucede?. Parece como si mi hermano estuviera tramando alguna
jugarreta. Kunti le dijo:
—No, no está planeando nada, he sido yo quien le he pedido, que se ofreciese para
hacerle un favor al brahmín que tan amablemente nos ha acogido en su casa, ayudando
al mismo tiempo a la gente de esta ciudad. —A continuación le contó a Yudhishthira los
detalles de lo que había sucedido durante su ausencia.
Yudhishthira después de oír lo que le había contado su madre, por primera vez en su
vida se enfadó con ella, y con voz fuerte le dijo:
—Madre, ¿por qué lo has hecho?. Tú sabes lo que Bhima significa para todos nosotros.
Y el papel vital que ha jugado en nuestra protección física, y, sin embargo, ahora se lo
ofreces como una víctima a un monstruo detestable. ¿Crees que Bhima ha nacido para
morir como una ofrenda a ese rakshasa llamado Baka? Creo que en tu gratitud a este
brahmín has perdido el sentido de la proporción, pues de otra forma no hubieras actuado
de un modo tan impulsivo.
Kunti no se inmutó por las palabras de su hijo y en un tono calmo le dijo:
—No creas que soy tan tonta como para actuar de un modo tan inconsciente. Es sólo
debido a que conozco la fuerza que tiene Bhima que me he atrevido a sugerirle semejante
plan. Ya viste con qué energía anduvo cargando con nosotros durante horas, y recuerda
también cómo mató al rakshasa Hidimba. Cuando tan sólo era un niño y vivíamos en
el valle de Satasringa, un día estando yo sentada en el jardín con Bhima en mi regazo,
apareció un tigre; al verlo me aterroricé y me levanté para salir corriendo sin reparar
poseída del terror como estaba, en que tenía un niño en mi regazo. Al oír mis gritos
Pandu apareció y con una flecha atravesó el cuerpo del tigre matándole instantáneamente.
En ese momento me di cuenta de que el niño se había caído rodando por la colina hacia
abajo. Tu padre y yo corrimos hacia el pie de la colina asustados, pues nos imaginábamos
que algo terrible habría sucedido. Pero para nuestro asombro nos encontramos a Bhima
durmiendo apaciblemente y la roca que le había detenido en su descenso, estaba hecha
añicos. Así es la fuerza de Bhima. Estoy segura de que matará a ese malvado Baka, para
Bhima será una tarea fácil. ¿Acaso no sabes que cuando un kshatrya ayuda a un brahmín
su vida en esta tierra es bendecida por los moradores de los altos cielos? De esta forma
agradecemos la amabilidad que nos han mostrado el brahmín y su familia al tiempo que
beneficiaremos a la gente de esta ciudad que nos han estado proveyendo de alimentos
durante todos estos días. Así que no te preocupes más por ello.