Page 131 - Mahabharata
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1. El comienzo 111
Por fin llegó el día del swayamvara. El salón estaba espléndidamente engalanado,
parecía el salón de Indra. Aromas de perfumes y flores impregnaban el ambiente.
Los invitados estaban saboreando con anticipación el júbilo de las hazañas que iban
a contemplar aquel día. Los reyes congregados para participar como rivales en la
celebración se paseaban como leones entre los hombres, exhibiendo sus fuertes brazos y
sus poderosos hombros, embelleciendo el ambiente con su presencia. Seres celestiales se
agolpaban en el cielo para contemplar el swayamvara. Todos estaban ansiosos por ver la
belleza de Draupadi y el hombre que iba a convertirse en su señor. Los brahmanes se
sentaron en los asientos asignados para ellos. Los pandavas se habían metido entre ellos
sentándose donde pudieron. Habían llegado uno por uno y pasaron desapercibidos sin
que la muchedumbre les prestara atención.
De repente se produjo un profundo silencio y todas las miradas se dirigieron a la
puerta de entrada. Dhrishtadyumna entraba en el salón acompañado de su encantadora
hermana. Iba engalanada con un hermoso y costosísimo vestido de seda. Ornamentos
de oro realzaban su natural belleza y su grácil figura. En su mano llevaba una guirnalda
de flores. Dhrishtadyumna la condujo al escenario que había sido construido en el
centro del salón. Un silencio solemne llenaba el ambiente mientras se cantaban mantras
sagrados y se hacían las debidas ofrendas y oblaciones en el sacrificio del fuego. Luego
Dhrishtadyumna subió al escenario y con voz fuerte y serena se dirigió a los asistentes
diciéndoles:
—Por favor, prestadme atención. Aquí hay un arco y cinco flechas. Con estas cinco
flechas se ha de hacer blanco en la diana derribándola al suelo. La persona que sea capaz
de realizar esta difícil proeza se ganará la mano de mi hermana Draupadi. Esta es mi
solemne promesa.
Dhrishtadyumna se dirigió a su hermana presentándole por sus nombres a los reyes
que se habían congregado allí señalándoles al tiempo con el dedo:
—Allí está el noble príncipe Duryodhana de la casa de los kurus. Sus hermanos están
también con él. Allí está Radheya, el amigo íntimo de Duryodhana. Allí está Sakuni
junto con sus amados hijos. Allí puedes ver a Aswatthama, el poderoso hijo de Drona.
Y de este modo Dhrishtadyumna le fue mostrando a su hermana uno por uno a todos
los asistentes que participaban en el swayamvara pretendiendo su mano. Allí estaban
Jarasandha, Salya, Bhagadatta y muchos otros héroes. Y continuó diciéndole:
—...allí está Balarama el hijo de Rohini. A su lado está Krishna el hijo de Devaki. Y
también están los grandes héroes de la casa de los Vrishnis: Samba, Sarana, Gada, Satyaki
y Kritavarma.
Luego le presentó a Jayadratha, el rey de los Sindhus. Su esposa era Dussala, la
hermana de Duryodhana. Sisupala, el rey de los Chedis, también estaba allí.