Page 284 - Mahabharata
P. 284
264 Mahabharata
El yaksha dijo:
—Estoy inmensamente complacido con tus respuestas, eres la persona más sabia y
justa de este mundo. Para mostrarte mi complacencia te concedo un don. Te garantizo la
vida de uno de tus hermanos, puedes elegir con libertad.
Yudhisthira le dijo:
—Por favor, mi señor, entonces deja que este hermoso joven oscuro, Nakula, vuelva a
la vida.
El yaksha estaba sorprendido por la elección y dijo:
—Me sorprendes. Yo sé que quieres más a Bhima y que dependes de Arjuna para
ganar la guerra, ya que se ha estado preparando para ella en los últimos años. ¿Por qué
no elegiste a Bhima, o a Arjuna? Bhima hubiera matado a todos los hijos de Dhritarashtra,
Bhima con su poderosa forma y su terrible temperamento habría sido una mejor elección.
¿Por qué no me pediste que le devolviera la vida a él? ¿Por qué no a Arjuna? ¿Por qué
recayó tu elección en Nakula?
Yudhisthira dijo:
—Dejaría antes mi vida que el Dharma. Quiero que el mundo sepa que nunca
abandonaré el Dharma. Mi padre tuvo dos esposas, Kuntidevi y Madridevi. Quiero que
vivan los hijos de ambas. Yo soy el hijo de Kunti y Nakula es el hijo de Madri. Amo a
mis dos madres por igual. No puedo agradar al corazón de una y herir a la otra. Así que,
si debe vivir uno de mis hermanos, que sea Nakula.
El yaksha estaba muy complacido con la nobleza de Yudhisthira. Y le dijo:
—Eres grande. Nunca en ningún momento ni en ningún lugar encontré a otra persona
como tú. Me siento muy feliz de concederte la vida de todos tus hermanos.
En el momento en que dijo esto, todos los hermanos se levantaron como si salieran de
un sueño profundo, dándose cuenta al tiempo de que se había disipado su sed, hambre y
fatiga. Yudhisthira les abrazó a todos una y otra vez y de sus ojos fluían lágrimas. Cayó
a los pies del yaksha y le dijo:
—Mi señor, quiero saber quién eres. Tú no eres un yaksha. Ningún yaksha puede
conocer todos los matices del Dharma tan bien como tú. Debes ser un dios de las alturas,
eres alguien muy querido por nosotros. Quizá eres nuestro padre Pandu. Quienquiera
que seas debes revelarte ante mí. Estoy ansioso de saber quién eres.
El yaksha dejó su horrible forma y apareció resplandeciente en su forma natural.
Sonrió a Yudhisthira y le dijo:
—Yo soy Dharma, tu padre. Quería verte y hablar contigo. Estoy muy complacido
contigo. Conquistarás el mundo con tus hermanos. Pero lo que más me agrada es el
hecho de que ya has conquistado mi reino: el reino llamado Rectitud. Las conquistas
terrenas son fútiles e insignificantes al lado de tu conquista. Tu nombre será uno de