Page 288 - Mahabharata
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                   Bhima le sonrió y le dijo:

                   —Por favor, no te preocupes por mí, hermano mío. Ya he decidido el papel que voy
               a jugar. Seré el cocinero jefe de la cocina del rey. Sabes que cocinar ha sido siempre mi
               pasatiempo preferido, me encanta preparar platos sabrosos. Ahora tengo la oportunidad
               de sacarle partido a esta habilidad. Me acercaré al rey con la proposición de hacerme
               cargo de su cocina. Le diré también que soy un gran luchador, entrenaré a todos sus
               muchachos en el arte de la lucha. Estoy seguro de que al rey le gustará la idea. Y si
               me pide referencias le diré que antes estaba a cargo de la cocina del rey Yudhisthira y
               que desde que fue enviado al exilio me quedé sin trabajo, por lo que al escuchar que el
               rey de Matsya tenía cualidades y personalidad muy parecidas a las de Yudhisthira, me
               puse inmediatamente en camino para hacerle mi ofrecimiento. Le diré que mi nombre es
               Valala. Seguro que me creerá.

                   Yudhisthira entonces le preguntó a Arjuna:
                   —Mi querido Arjuna, ¿cuáles son tus planes? No sé cómo vas a disfrazar tu bravura y
               cómo vas a vivir como un ciervo manso. Siento mucho los problemas que estáis teniendo
               que afrontar por mi culpa.

                   Arjuna le dijo:

                   —Mi señor, yo ya tengo mi disfraz, lo he decidido hace mucho tiempo. Seguro
               que recuerdas la maldición de Urvasi, ¿no? Bien, pues Indra me dijo que tendría que
               sobrellevarla durante un año y que éste sería el año adecuado, porque me sería muy útil.
               Y también ocurre que soy muy conocido por las cicatrices que llevo en mis dos hombros,
               debido a que soy ambidiextro en el uso del arco, lo cual me delataría fácilmente. Por
               eso la única forma que tengo de esconderme es cubrir mi pecho y mis hombros con
               un jubón como el que usan las mujeres. Me dejaré crecer el pelo hasta que cubra mis
               amplios hombros. Sé bailar y cantar muy bien y toco todos los instrumentos musicales.
               Le diré al rey que soy un excelente maestro de música y danza. Me ofreceré para enseñar
               a sus mujeres hasta convertirlas en excelentes cantantes y bailarinas. Dado que por la
               maldición seré un eunuco, el rey no tendrá ningún inconveniente en permitirme entrar
               en las estancias de las mujeres. Le diré que me llamo Brihannala.
                   Yudhisthira miró entonces a Nakula y le dijo:

                   —Mi hermoso Nakula ¿cómo vas a esconder tu belleza y tu orgullo?; eres tan sensible,
               tan fácil de herir, ¿cómo podrás soportar la vida de servidumbre?

                   Nakula sonrió y le dijo:
                   —Mi querido hermano, sabes bien que soy un maestro en el arte de domar y adiestrar
               caballos. Escuchan mis palabras y las obedecen. Pueden hacer cualquier cosa que les
               pida. Le haré una demostración al rey de mi poder para controlar estos animales. Seguro
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