Page 287 - Mahabharata
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en las que podríamos pasar desapercibidos, pero mejor escoge tú una de ellas y nosotros
nos atendremos a tu decisión.
Yudhisthira dijo:
—Considerando tu sugerencia, siento que esa ciudad, Virata, de la que hablaste,
perteneciente al reino de Matsya es la más apropiada para nuestro propósito. Me hubiera
encantado ir a Panchala o a Dwaraka, pero me temo que serían los primeros lugares a
los que Duryodhana iría a buscarnos. En cuanto a los otros reinos no conozco a los reyes
que los gobiernan, pero sí conozco al rey de Matsya y es un buen hombre. Es bastante
famoso por sus nobles cualidades y por la generosidad. No es muy joven, ni muy viejo,
estoy seguro que nos gustará. Así que pasaremos nuestros próximos doce meses en la
ciudad llamada Virata: queda decidido. Ahora sólo falta decidir cuál será el disfraz que
usaremos durante este tiempo.
Más que un motivo de preocupación, este último año de exilio se estaba convirtiendo
para ellos en una aventura. No obstante, de repente, a Arjuna le sobrevino un sentimiento
de tristeza y le dijo a Yudhisthira:
—Mi señor, tú has sido el señor de la tierra. Incluso durante estos doce años que
hemos pasado en el bosque, jamás has obedecido las órdenes de nadie. ¿Cómo vas a
trabajar ahora para cualquier otro hombre? ¿cómo vamos a soportar verte como un
jornalero bajo las órdenes de un rey? No puedo ni imaginármelo.
Yudhisthira le sonrió y cogiéndole la mano, enjugó sus lágrimas con dulzura, dicién-
dole:
—Arjuna, no te apenes, he decidido convertirme en el compañero del rey, no servirle
como un cortesano. Escucha, iré vestido con los atuendos que corresponden a alguien
que ha renunciado al mundo, le diré que mi nombre es Kanka y que poseo un profundo
conocimiento de los Vedas y de las filosofías. Me pondré guirnaldas de tulasi y de
cristales y llevaré un rosario en la mano, pasando continuamente sus cuentas. También
le diré que soy muy diestro en el juego de los dados. —La cara de Yudhisthira se iluminó
con una sonrisa traviesa al decir eso al tiempo que miraba a Bhima, el cual bajó la mirada
con una expresión de rubor en su rostro. Yudhisthira añadió—: Le haré compañía
durante estos doce próximos meses.
A todos les pareció buena su idea, estaban seguros de que el rey de Matsya trataría
muy bien a su hermano. Luego Yudhisthira le preguntó a Bhima:
—Mi querido hermano Bhima, ¿cómo vas a ocultar tu furia y tu fuerza durante
estos doce meses? Si por unas pocas flores que querías llevarle a Draupadi destruiste a
un ejército entero de rakshasas, con el mínimo pretexto, a la mínima provocación que
alguien te haga, tus ojos se pondrán rojos como el cobre. No se me ocurre cómo podrás
disfrazarte durante estos doce meses en Virata, obedeciendo las órdenes de otros. ¿Qué
piensas hacer, mi querido Bhima?