Page 102 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Redacción del Dzajair       95
       y dirigir  allí personalmente su política anticristiana; pero no parece
       que el viaje fué directo, pues el año 611 (1214 de  J. C.) vérnosle to-
       davía en Meca entregado a sus ejercicios habituales de devoción en la
       Caaba y redactando un comentario de su Tarchumán al-axwac para
       acallar los rumores de los alfaquíes y teólogos que censuraban, es-
       candalizados, el tono sensual de aquellas poesías eróticas, cuyo sentido
       místico no alcanzaban, atribuyendo a su autor una psicología sexual
       contraria a la realidad atestiguada por la vida y las explícitas decla-
       raciones de Abenarabi  (1).
         "La causa que me movió a redactar este comentario alegórico de mis can-
       ciones fué que mis hijos espirituales, Béder el Abisinio e Ismael Bensudaquín,
       me consultaron acerca de  ellas. Y esto, porque ambos habían oído a algunos
       doctores moralistas, en la ciudad de Alepo, que se negaban a reconocer que en
       mis canciones se ocultasen misterios teológicos y añadían que  el maestro (es
       decir, Abenarabi)  pretendía (afirmando eso)  ocultar  (su amor sensual) por
       la fama que tenia de santidad y devoción. Comencé, pues, a comentarlas, y
       una parte de este comentario  la leyó, bajo mi dirección,  el cadí Benaladim, a
       presencia de unos cuantos moralistas. Y cuando lo hubo oído leer uno de aque-
       llos que habían rehusado darme crédito, se arrepintió ante Dios y rectificó  el
       malévolo juicio que había formado de los poetas místicos, de sus frases galan-
       tes y de sus canciones eróticas, con  las cuales tratan de expresar misterios
       teológicos. Impúseme entonces la tarea de redactar por completo estas pági-
       nas, comentando todas las canciones galantes que había yo compuesto en  la
       Meca, durante mi estancia en la Ciudad Santa, los meses de reclieb, xaabán y
       ramadán, aludiendo a intuiciones trascendentales, a luces divinas, a misterios
       espirituales, a ciencias filosóficas y a amonestaciones morales. Y  si para ex-
       presar todo esto me serví del lenguaje propio de las poesías galantes y amo-
       rosas, fué porque los corazones de los hombres, aficionados como son a tales
       galanterías, habrían de sentirse  así más atraídos a escuchar mis canciones,
       escritas en la lengua misma de los poetas graciosos, espirituales y delicados."
         "Una colección de rimas de este género, que escribimos en Meca, titulada
       Intérprete de los amores, la hubimos de comentar en otro libro llamado Tesoros
       de los amantes, a causa de la opinión de ciertos moralistas de Alepo, los cua-
       les rehusaban admitir que cuanto en las rimas del Intérprete decíamos signi-
       ficase tan sólo intuiciones divinas y cosas semejantes  (2)."
         "Yo he sido  el hombre más abominador de las mujeres y del comercio se-

         (1)  Dzajair,  4.
         (2)  Cfr. Fotuhat,  lll,  735.
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