Page 202 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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CAPITULO     VIII
             LA ORACIÓN DE SOLEDAD



       Su práctica en  el monacato cristiano.—Su adopción por  el islam:  el ejercicio
       del  retiro  espiritual o  iticaf.—La oración de soledad, según Abenarabi.—Sus
       requisitos previos de aptitud remota.—El método práctico de su ejercicio.—Pro-
         bable origen indio del rito.—Proceso psicológico de la oración de soledad.

          El fervor de los monjes orientales, singularmente los del valle del
       Nilo, aunque sin excluir los de Siria, Mesopotamia, Palestina y Cal-
       cedonia, ideó antes del siglo v de nuestra era un género de vida soli-
       taria, consagrada a la contemplación, cuyos profesos llamábanse re-
       clusos o solitarios. Un noviciado previo, pasado en el cenobio, era in-
       dispensable para entregarse sin peligros a esta nueva vida eremítica.
       El maestro o prior del cenobio autorizaba entonces al monje para ais-
       larse de la comunidad, bien encerrándose en una celda estrecha, baja
       de techo y retirada al fondo del cenobio, bien apartándose por com-
       pleto de lugares habitados, para buscar en el desierto algún insospe-
       chado escondrijo, una cisterna seca, un sepulcro abandonado y vacío,
       una caverna, una pobre choza. Para mejor evitar las visitas y con ellas
       todo peligro de vanidad espiritual, la puerta de acceso se obstruía
       tras un muro o se cerraba herméticamente: sólo una pequeña ventana
       abríase al exterior para recibir la comida indispensable. El recluso se
       abstenía de toda salida que no le fuese necesaria físicamente; en me-
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