Page 273 - cumbres-borrascosas-emily-bronte
P. 273

madre del niño ni usted. Lo que quiere es al chico, y ahora

                  mismo.


                  —Esta noche, no —repitió mi amo. —Váyase y transmita a su


                  amo lo que le he dicho. Acompáñele, Elena. ¡Váyase...!


                  Y como el viejo persistiera en no irse, le cogió de un brazo y le

                  sacó a la fuerza, cerrando la puerta tras él.



                  —¡Está bien! —gritó José mientras se iba. — Mañana vendrá mi

                  amo y veremos si se atreve a echarle también.



















































                                                          273
   268   269   270   271   272   273   274   275   276   277   278