Page 148 - Los gusanos de la tierra y otros relatos de horror sobrenatural
P. 148

afirmaba  Von  Junzt,  con  la  forma  de  un  sapo.  Sentí  un  escalofrío

               involuntario; la imagen era especialmente repugnante. Dirigí mi atención a la
               pesada y curiosamente labrada cadena de cobre que la sujetaba.
                    —¿Qué son estos caracteres que hay grabados en la cadena? —pregunté
               con curiosidad.

                    —No  podría  decirlo  —replicó  Tussmann—.  Pensaba  que  tal  vez  usted
               pudiera  saberlo.  Encuentro  un  parecido  remoto  entre  ellos  y  ciertos
               jeroglíficos  parcialmente  desfigurados  de  un  monolito  conocido  como  la
               Piedra  Negra,  sito  en  las  montañas  de  Hungría.  He  sido  incapaz  de

               descifrarlos.
                    —Cuénteme  su  viaje  —le  pedí,  y  empezó  mientras  nos  tomábamos
               nuestros whiskys con soda, como si sintiera una extraña reticencia.
                    —Volví a encontrar el templo sin ninguna dificultad, aunque está en una

               región solitaria y poco frecuentada. El templo está construido al lado de un
               acantilado de piedra sólida, en un valle desierto desconocido para los mapas y
               los exploradores. No me atrevería a hacer una estimación de su antigüedad,
               pero  está  construido  con  una  especie  de  basalto  extraordinariamente  duro,

               como nunca lo he visto en ningún otro sitio, y su extremo desgaste sugiere
               una antigüedad increíble.
                    »La mayoría de las columnas que forman su fachada están en ruinas, y
               proyectan  troncos  partidos  que  brotan  de  cimientos  erosionados,  como  los

               dientes  diseminados  y  rotos  de  una  bruja  sonriente.  Las  paredes  exteriores
               están desmoronadas, pero los muros interiores y las columnas que soportan la
               parte del techo que aún permanece intacta parecen capaces de aguantar otros
               mil años, al igual que las paredes de la cámara interior.

                    »La  cámara  principal  es  una  gran  habitación  circular  con  el  suelo
               compuesto de grandes cuadrados de piedra. En el centro se levanta el altar,
               simplemente un bloque inmenso, redondo y extrañamente labrado del mismo
               material. Directamente detrás del altar, en el acantilado de piedra sólida que

               forma la pared posterior de la cámara, está la cámara sellada y excavada en la
               que yace la momia del último sacerdote del templo.
                    »Entré  en  la  cripta  sin  demasiada  dificultad,  y  encontré  la  momia
               exactamente tal y como lo explicaba el Libro Negro. Aunque se encontraba en

               un  estado  de  conservación  extraordinario,  no  pude  clasificarla.  Los  rasgos
               marchitos y el contorno general del cráneo evocaban ciertos pueblos mestizos
               y degradados del bajo Egipto, y estoy seguro de que el sacerdote era miembro
               de una raza más próxima a la caucasiana que a la india. Aparte de esto, no

               puedo hacer ninguna afirmación positiva.




                                                      Página 148
   143   144   145   146   147   148   149   150   151   152   153