Page 335 - Fantasmas
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Joe HiLL



             Subí a saltos las escaleras, pero antes de que alcanzara la  puer-
       ta mi madre salió, llevando  todavía la máscara de gatita sexy.
             —Tu  máscara —dijo—.  ¿Qué has hecho  con  ella?
             —La perdí. —No  le dije que la había  colgado en una  ra-
       ma  porque  me  daba vergijenza  que me  vieran  con  ella. Ahora,
       sin embargo,  deseaba  llevarla,  aunque  no  habría  sabido  expli-
       car  por qué.
             Miró  nerviosa hacia el interior  de la casa  y después se in-
       clinó  hacia  mí.
             —Lo  supuse  y por eso  estoy preparada.  Ponte  ésta —me
       dijo ofreciéndome  la máscara  de plástico  transparente  de mi
       padre.
             La miré un  momento,  recordando  cómo  me  sobresalté  la
       primera vez  que la vi, y cómo  aplastaba las facciones  de mi pa-
       dre, volviéndolas  frías y amenazadoras.  Pero  cuando  me  la pu-
       se  me  quedaba  bien.  Olía ligeramente  a mi padre, a café y al
       aroma  marino  de su  loción  de afeitar.  Me reconfortaba  sentir-
       lo tan  cerca.
             Mi madre  me  dijo:
             —Nos  vamos  en  unos  minutos.  Á casa.  En cuanto  el ta-
       sador termine  su  trabajo. Vamos, vamos.  Ya casi ha terminado.
           -  La seguí dentro  de la casa, pero me  detuve en la puerta.  Mi
       padre estaba  sentado  en  el sofá, descalzo  y sin camisa.  Parecía
       que un  cirujano  le hubiera  dibujado  marcas  en  el cuerpo  para
       una  operación:  líneas discontinuas  y flechas  que señalaban  el hí-
       gado, el bazo y los intestinos.  Tenía  los ojos fijos en  el suelo y
       semblante  inexpresivo.
             —¿Papá?  —pregunté.
             Levantó  la vista y la paseó de mi madre  a mí y después de
       vuelta  al suelo.  Seguía inexpresivo  e impasible.
             —Chiss  —chistó  mi madre—.  Papá está ocupado.
             Escuché  un  sonido  de tacones  en  el suelo de madera, a mi
       derecha,  y cuando  miré vi al tasador  saliendo  de la habitación



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