Page 354 - Fantasmas
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FANTASMAS
—Necesito copiarlo —dije con voz ronca y le di la es-
palda para que no pudiera quitarme el papel. Estaba colorado
y respiraba pesadamente, horrorizado por lo que estaba ha-
ciendo, pero haciéndolo de todos modos—. Te lo devolveré en
Historia del Arte.
Cameron se deslizó del poste donde:estaba sentado y ca-
minó hacia mí con ojos asombrados y suplicantes, extrañamente
magnificados detrás de los cristales de sus gafas.
—Nolan, no. :
No sé por qué, pero me sorprendió oírle llamarme por
mi nombre. Hasta entonces no estaba seguro de que supiera
cómo me llamaba.
—S1 tus respuestas son idénticas a las mías el señor Sar-
ducchi sabrá que has copiado y nos suspenderá a los dos.
Su voz temblaba de forma ostensible.
—No llores —le dije con mayor dureza de lo que habría
querido. Creo que en realidad me preocupaba que se pusiera a
llorar, de manera que sonó a burla y los otros chicos se rieron.
—Sí, claro —dijo Eddie Prior, que apareció de repente en-
tre Cameron y yo. Apoyó la palma de la mano en la frente de
Cameron y lo empujó. Éste se cayó de culo con un grito. Las
gafas rodaron de su nariz y fueron a parar a un charco de hie-
lo—. No seas maricón. Nadie se va a enterar, y te lo va a de-
volver.
Después Eddie me pasó un brazo por los hombros y nos
marchamos. Me hablaba entre dientes, como si fuéramos dos
presos en una película planeando nuestra huida en el patio de
la cárcel
—Lerner —me dijo, llamándome por mi apellido. Lo
hacía con todo el mundo—. Cuando termines con eso pása-
melo. Debido a circunstancias inesperadas y fuera de mi con-
trol, básicamente que el novio de mi madre es un puto ha-
blador que no sabe estarse callado, tuve que irme de casa ayer
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