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Él asintió, sonriendo, pero creo que la misma palabra estaba en la mente de los
dos: "catatónica".
5 de junio de 1985.
Hoy vinieron Ben y Beverly a despedirse. No harán el viaje en avión: Ben ha
alquilado un Cadillac en Hertz y piensa ir en coche, sin prisa. En sus ojos, cuando
se miran, hay algo especial; apostaría mi jubilación a que, si todavía no han
empezado, lo estarán haciendo cuando lleguen a Nebraska.
Beverly me abrazó, me dijo que debía reponerme pronto y sollozó un poco.
Ben también me abrazó, preguntándome si les escribiría. Prometí que lo haría y
pienso hacerlo... durante una temporada al menos. Porque esta vez también me
está ocurriendo a mí.
Estoy olvidando cosas.
Tal como dijo Bill, de momento se trata sólo de nimiedades y pequeños detalles,
pero tengo la sensación de que se va a extender. Podría ser que dentro de un mes
o de un año sólo quede esta libreta para recordarme lo que ocurrió en Derry.
Supongo que las palabras mismas podrían comenzar a borrarse hasta dejar estas
páginas tan limpias como cuando las compré en Freese. Es una idea horrible que
a la luz del día parece paranoica. Sin embargo, durante el desvelo nocturno la veo
perfectamente lógica.
El olvido... La perspectiva me llena de pánico, pero también ofrece una especie
de alivio. Me sugiere que esta vez "Eso" ha muerto de verdad, que ya no hace
falta vigilar el nuevo comienzo del ciclo.
Sordo pánico, subrepticio alivio. Creo que me quedaré con el alivio, subrepticio o
no.
Bill telefoneó para decirme que ya está en casa con Audra. Ella no presenta
cambios.
"Jamás me olvidaré de ti", me dijo Beverly antes de irse con Ben.
Me pareció ver una verdad diferente en sus ojos.
6 de junio de 1985.
El "Derry News" pública hoy en primera plana algo interesante. El artículo se
titula: "A causa de la tormenta, Henley abandona planes para la ampliación del
auditorio". El Henley en cuestión es Tim Henley, un multimillonario, responsable de
haber organizado el consorcio que construyó la galería Derry. Tim Henley estaba
decidido a que Derry creciera. Lo hacía para obtener beneficios, por supuesto,
pero también por algo más: Henley quería beneficiar a la ciudad. El hecho de que
abandonara súbitamente la ampliación del auditorio me sugiere varias cosas. Que
Henley pueda albergar rencor contra Derry es sólo la más obvia, y también es
posible que esté a punto de perder hasta la camisa por la destrucción de la
galería.
Pero el artículo también sugiere que Henley no es el único, que otros posibles
inversores podrían estar reconsiderando sus proyectos. Al Zitner no tendrá que