Page 290 - La sangre manda
P. 290

25 de diciembre de 2020







                                                            1


               Holly pasa treinta minutos de la mañana de Navidad tomando té en albornoz y

               hablando  con  su  madre.  Solo  que  básicamente  escucha  mientras  Charlotte
               Gibney recita su habitual letanía de quejas pasivo-agresivas (sola en Navidad,
               dolor  de  rodillas,  molestias  de  espalda,  etcétera,  etcétera),  intercalando

               suspiros de resignación. Finalmente Holly se siente capaz, con la conciencia
               tranquila, de dar por concluida la llamada diciéndole que la visitará dentro de
               unos días, e irán a ver juntas al tío Henry. Dice a su madre que la quiere.
                    —Y yo a ti, Holly. —Después de otro suspiro con el que indica que ese es
               un amor muy muy difícil, desea a su hija feliz Navidad, y esa parte del día

               termina.
                    El resto es más alegre. Lo pasa con la familia Robinson, feliz de integrarse
               en sus tradiciones. Organizan un ligero desayunoalmuerzo a las diez, seguido

               del  intercambio  de  regalos.  Holly  entrega  a  los  señores  Robinson  vales
               intercambiables  por  vino  y  libros.  Para  sus  hijos  ha  sido  gustosamente  un
               poco  más  pródiga:  un  día  de  spa  (con  manicura  y  pedicura  incluidas)  para
               Barbara y unos auriculares inalámbricos para Jerome.
                    Ella, por su parte, recibe no solo una tarjeta regalo por valor de trescientos

               dólares para los cines AMC 12, que hay cerca de su casa, sino además una
               suscripción de un año a Netflix. Como muchos cinéfilos impenitentes, Holly
               alberga  sus  dudas  en  cuanto  a  Netflix  y  hasta  la  fecha  se  ha  resistido.  (Le

               encantan sus DVD, pero tiene la firme convicción de que las películas deben
               verse primero en la gran pantalla). Aun así, ha de admitir que Netflix y las
               demás  plataformas  de  streaming  la  tientan  mucho.  ¡Tantas  cosas  nuevas,  y
               todo el tiempo!
                    Por  lo  general,  en  casa  de  los  Robinson  se  practica  la  neutralidad  de

               género y todo el mundo es igual, pero la tarde de Navidad se produce una
               regresión (quizá por nostalgia) a los roles sexuales del siglo anterior. Es decir,
               las mujeres cocinan mientras los hombres ven el baloncesto (con alguna que

               otra  visita  a  la  cocina  para  probar  esto  y  aquello).  Cuando  se  sientan  a





                                                      Página 290
   285   286   287   288   289   290   291   292   293   294   295