Page 18 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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M itos  griegos e H istoriografía A ntigua                    23

        No obstante, las representaciones de Gorgo no siguieron un canon
     fijo; al contrario, hay variantes (puede aparecer sin cuernos o sin colmi­
     llos) dependiendo de la época, de  su ubicación geográfica o de  su
     funcionalidad plástica Fue un elemento mítico vivo, en transforma­
     ción, de donde deriva un uso determinado de su imagen, principalmen­
     te apotropaica como se verá, lo que presupone alguna forma de religio­
     sidad o creencia.6 Pero hay dos elementos fundamentales, denomina­
     dor común en todas las representaciones de Gorgo: su frontalidad, y su
     monstruosidad,7 en su doble forma, ya sea máscara (gorgoneion) o bien
     personaje femenino con cara de Gorgona. Como muy bien dice Frontisi-
     Ducroux, en los textos Gorgo no es descrita jamás, sino evocada indi­
     rectamente; y, por contra, su iconografía es omnipresente.8



     Gorgo y Oriente
        Los orígenes de cualquier mito son siempre oscuros. En los orígenes
     no se hallaba ninguna respuesta a la significación última del mito, que
     se enriquece y se adapta a la sociedad que los usa y transmite. Pero un
     personaje concreto de un mito concreto tiene una materialidad plástica,

     6 Podría estudiarse así a partir del estructuralismo de Lévi-Strauss, por la función social que
        desempeña este mito, J.C. Bermejo, Sociología,  156 ss.; C. García Gual, La mitología.
        Interpretaciones del pensamiento mítico, Barcelona 1987,121 ss. F. Remotti, Lévi-Strauss.
        Estructura e historia, Barcelona 1969. También desde el punto de vista teórico, J. Rubio
        Carrancedo, Estructuralismo y ciencias humanas, Barcelona 1976; J.P. Vemant, Mito y
        sociedad en la Grecia antigua, Madrid 1980; G.S. Kirk, El mito. Su significado y función
        en las distintas culturas, Barcelona 1973: Id., La naturaleza de los mitos griegos, Ma­
        drid 1985.
     7 J.P. Vemant, La muerte en los ojos. Figuras del Otro en la antigua Grecia, Barcelona 1986,
        43. Divergencias sobre las teorías de Vemant en este libro, en: P. Kahn, «La mort dans les
        yeux: questions à Jean-Pierre Vemant», Metis 6,1991,283-287; y A  Paradiso, «Surralterité
        grecque, ses degrés, ses états», RHR, 209,1992,55-64.
     8 F. Frontisi-Ducroux, «Figures de l’invisible: stratégies textuelles et stratégies iconiques»,
        AION(Arch), 10,1988,27-40. La presencia de Gorgo/Medusa es, efectivamente, continua
        en la tradición artística referida a Atenea, en su rol guerrero, e incluso llega a época medie­
        val, en textos cultos relativos a la Antigüedad. Así, por ejemplo, Gautier de Chátillon, al
        narrar los episodios de Alejandro en Oriente, se refiere al escudo de Belona con la efigie de
        Gorgo: «Así habló y Belona, más rápida que el austro portador de lluvias, emprende el
        camino, y, metiendo un ruido estridente, se pasa al ala derecha; se reviste de los rasgos y de
        las terribles armas de Palas, al tiempo que despliega en su escudo el rostro, con la cabellera
        de serpientes, de la Goigona, y tras recordar brevemente el encargo del dios, se retira,
        oscureciendo  el  día,  al  ausentarse,  con una  lúgubre  nube»  (Gautier  de  Chátillon,
        Alexandreida, V, 39; 56; 73; edición de F. Pejenaute, Tres Cantos 1998,212).
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