Page 45 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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significativos: hace humano a Forcis, en contra de Hesíodo que lo hace
padre de un linaje mítico monstruoso, y es rey de Ceme/Kemé, lugar
impreciso entre Libia y Cartago, pero en cualquier caso Occidente,
«allende las Columnas de Hércules». En mi opinión esta noticia, y las
siguientes, deben encuadrarse históricamente dentro del contexto colo
nizador, o, al menos, de exploración marítima.
Paléfato llama textualmente a Perseo «fugitivo de Argos, que pira
teaba el mar con los barcos y el poder que poseía», lo que confirma el
carácter anárquico y pirático de las primeras colonizaciones griegas,
dirigidas, según sugiere Finley,133 por una aristocracia désclasée, pero
con un poder efectivo: tenían barcos y armas. La Gorgona adquiere en
esta obra el significado de algo material de mucho valor intrínseco,
quizás oro, plata, estaño134 o cualquier otro mineral; o quizás también a
una mina o a algún referente geográfico indeterminado (¿un punto de
intercambio de mercancías?). Ese lugar estaba habitado por muchas
mujeres. Recuérdese que la emigración colonizadora griega estaba for
mada exclusivamente por varones, y la necesidad que había de mujeres
en la formación de sociedades coloniales estables, lo que viene a ser
una constante en los relatos etiológicos sobre los nuevos dueños de un
territorio conquistado por la fuerza. Perseo fundamenta su poder en la
posesión de la Gorgona, es decir, del oro o del metal, por extensión las
armas. En el estamento aristocrático la posesión de armas buenas con
fiere prestigio. Para «los héroes», que se dedican sistemáticamente a la
rapiña y el bandidaje costero, éstas son las bases de ese poder. El héroe
vuelve a Sérifo, la isla del Egeo próxima al Ática de donde había sali
do. Allí, en contra de otros textos, no sólo no reina, sino que es engaña
do «con piedras del tamaño de hombres». El hecho se relaciona por un
lado con la leyenda de que Gorgo petrifica a quien la mira; por otro, se
inserta dentro del mecanismo de intercambio colonial, lo que Polanyi
denomina «comercio silencioso».135 Una amenaza final de Perseo que
entronca con la tradición mitológica: quien tiene a Gorgo tiene el po
der. En una inversión de papeles, Perseo presumirá de ejercer con los
133 M.l. Finley, La Grecia primitiva, Barcelona 1984, 117, y W.G. Forrest, La democracia
griega. Trayectoria política del 800 al 400 a.C., Madrid 1966, 67 ss.
134 Han aparecido Gorgonas con ojos de estaño, E. Rodríguez Navarro, Séneca, religión sin
mitos, Madrid 1969, 107. ¿Guarda alguna relación con la búsqueda de las Casitérides?.
135 K. Polanyi, Comercio y mercado en los Imperios antiguos, Barcelona 1986, 90 ss.