Page 50 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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56 S. P erea Y ébenes
objetos de tumbas. Porque la potencialidad de Gorgo opera al mismo
tiempo en áreas de vida y muerte161 respecto a la actividad humana y su
entorno. Su presencia en las tumbas es la afirmación de la muerte, pero
también encierra una base ritual, de carácter ejemplar,162 en que un
héroe (el hombre) vence a un monstruo (la muerte). La presencia de
Gorgo ahuyenta el terror a la muerte, petrifica al Mal. Por ello resulta
coherente relacionar a Gorgo tanto con Atenea como con Perséfone.163
Un rasgo típico de los rituales funerarios es también la danza con más
caras,164 al son de la flauta.165 La cabeza «vuelta hacia atrás» es un
movimiento característico de la danza pírrica, y hace alusión al mito de
Atenea o Gorgo. La muerte de Gorgo y un combate ritual de jóvenes
muchachas figuran entre los cultos de Atenea en Libia y Beocia.
La concepción aristocrática del héroe pasará, desaparecido este es
tamento como garante de los ideales de la paideia, a otros círculos
culturales entre la religión y la filosofía.
El pitagorismo dio un impulso grande a la tecnología astral,166 popu
larizándola, aunque con cierta saturación de fórmulas y cultos
escatológicos: la Luna como país de los muertos167 y la Luna como
regeneradora de almas. La máscara de Gorgo era para los órficos la
161 Sobre la coincidentia oppositorum, M. Eliade, Lo sagrado y lo profano, Barcelona 1967;
U. Bianchi, II dualismo religioso, Roma 1958; G. Widengren, Fenomenología de la reli
gión, Madrid 1976, 405 ss.
162 La muerte como arquetipo ejemplar regenerador, M. Eliade, Lo sagrado, 84 ss.; Id. El mito
del eterno retorno, Madrid 1972, 39-52.
163 Od. XI, 633-635.
164 E.K. Borthwick, «P. Oxy 2738. Athena and the Pirrihc dance», Hermes, 98,1970,318-331.
También en Baquílides, fragm. 15, aparece una danza ritual en honor de Atenea. R
Merkelbach, «Goigos, Gorgo», /PE. 8, 1971, 70 ss., sobre las máscaras de los jóvenes
danzantes.
165 J.P. Vemant, «La muerte», 75 ss. asocia la flauta, la máscara (de Goigo) y las danzas del
Hades. Píndaro (Pit. 12,6) y Eurípides (Herac. 1119), hablan de «una danza del Hades»,
una posesión lujuriosa que obliga a bailar al son de la melodía del terror (fhóbos) ejecutada
en una flauta. Sobre el éxtasis que provocan las flautas en las danzas, vid. lambí. De myster.
3, 9, y Plat. Leyes, 7, 890d, y Critón, 54d.
166 C.J. de Vogel, Pythagoras and Early Pythagorearusm, Assen 1966; K. vonFritz, «Pythagoras
und die Pythagoreer», KE, XXIV. 1, cols. 171-268; E. Zeller - R. Mondolfo, La Filosofía
dei Greci nel suo sviluppo storico, Florencia 1967, 386-685 (vol. II). Cf. Porf. Vit. Pyth;
M. Periago (ed.), Argonaúticas órficas. Himnos órficos. Vida de Pitágoras, Madrid 1987.
167 Sobre el culto a la Luna, en el extremo occidental del mediterráneo: Avieno, Ora marítima
428-431; 367-368; y mi estudio reciente: S. Perea, «El culto a Noctiluca (la Luz de la
Noche) en Hispania Antigua, el templo a la Luna en el Palatino y el culto a Diana», Boletín
de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones, 11, 1999, 20-31.