Page 52 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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otras muchas ciudades. Las serpientes también viven en los estanques y
las fuentes. Son sus guardianes (nadie se sumerge en lagunas infectadas
de serpientes) y su espíritu (aparecen y desaparecen). Gorgo, sin em
bargo, también las domina, incorporándolas a su cabellera, «purifican
do las aguas». La serpiente es una epifanía de la Luna, y habita en lo
profundo, igual que Gorgo.
El culto no hay que relacionarlo con la Gorgona del relato mítico,
sino con la máscara de Gorgo, más antigua. En una tumba etrusca, en
Cometo, bajo el dibujo de una máscara aparece la palabra phersu, y
existe un acuerdo de que esta raíz etrusca deriva la palabra latina perso
na. 176 Croon177 relaciona estas máscaras rituales con las danzas funera
les, y con una serie de personajes que conservan la misma raízperse-
(Perseo; Perséfone; Perse, uno de los nombres de Hécate; Perso, una de
las Grayas; Perses, uno de los Titanes), todos ellos relacionados con el
ámbito ctónico. El ritual ctónico, si lo hubo, adquiriría el carácter de
pasaje: retomar al origen (la tierra) requería un rito de iniciación y co
nocimiento,178 en el que el oficiante o el sacerdote asumiría el papel del
héroe invencible.
La máscara de Gorgo estaba presente en la vida de los griegos y
romanos, con carácter profiláctico, en todo tipo de objetos de uso co
rriente, armas, herramientas, en las viviendas y en los templos,179 sobre
la proa de los navios -así aparece en la base de la Venus Euploia, en el
Louvre-, y muy frecuentemente en corazas y pertrechos militares. Esta
práctica no la pudo desterrar el cristianismo, y en época bizantina toda
vía se llevaba una piedra con la efigie de Gorgo como remedio contra la
gota o el cólico.180
176 Voz «Persona», en DS, Dictionnaire, 406 ss. J.P. Vemant, La muerte, 64 ss. Para A. Baldi,
«Perseus e Persu», Aevum, 35, 1961, 131-135, Phersu, Perseo y Hades son una misma
divinidad.
177 J.H. Croon, «The mask of the Underworld Daemon», JHS, 75,1955,9.
178 F. Cumont, Le simbolisme funéraire, Paris 1929, 200.
179 Cic. Verr. 56.
180 G. Glotz,, loc. cit. 1617.