Page 47 - Lo Inevitable del Amor
P. 47

separaron, hará unos cinco. Se han respetado y se han querido mucho, de eso
      estoy segura. Supongo que una vez que cerraban la puerta de su habitación no
      habría demasiado ruido dentro, pero la pasión no era precisamente la base de esa
      relación. Me consta que Ernesta ha tenido otras alternativas. De Antonio no tengo
      ni idea, pero supongo que sí. O no. De Antonio no lo sé muy bien.

      Mi  madre  no  ha  parado  de  llamarme,  pero  no  quiero  hablar  con  ella  todavía.
      Quiero que se dé cuenta de que me ha enfadado muchísimo que no me contara
      quién era Gene. Hoy tengo seis llamadas perdidas de su número y su nombre
      vuelve a aparecer en la pantalla.
        —¿Sí?
        —Hija, menos mal que lo coges.
        —Estás muy pesada, mamá, tengo diez llamadas perdidas tuyas.
        —Tienes seis.
        —Bueno, las que sean… Te he dicho que ya hablaremos más adelante.
        —Ya lo sé, pero te llamo por una cosa que me ha pasado esta noche y que no
      te lo vas a creer.
        —¿Qué te ha pasado?
        —Que se me ha aparecido Gene.
        —Mamá, tú estás loca. ¿Quieres dejar de decir tonterías?
        —Bueno, da igual que no me creas, el caso es que debes tener cuidado.
        —¿Cuidado con qué?
        —No lo sé, hija, los espíritus no son tan precisos.
        —No  tienes  remedio,  mamá  —digo  sin  que  se  me  note  que  me  ha  hecho
      mucha gracia esa afirmación.
        —Ha  sido  una  visión  muy  corta,  pero  creo  que  me  decía  que  alguien  te
      quiere engañar.
        —Vale, lo que tú digas.
        —¿Sabes ya algo del viaje?
        —¿De qué viaje?
        —Del largo que vas a hacer.
        —Venga, mamá, déjame, que estoy trabajando. Ya hablaremos.
      La casa en la que vivimos la diseñé yo. La construimos un año antes de casarnos,
      aunque ya la tenía en la cabeza desde hacía mucho más tiempo. Que yo diga que
      es una casa preciosa no tiene ningún mérito, pero es que lo dice todo el mundo.
      Cuando la gente entra en ella queda fascinada por su espectacularidad. Es posible
      que,  de  hacerla  ahora,  con  lo  que  sé,  cambiara  algunas  cosas.  La  haría  más
      cómoda, más funcional. Es algo que hasta hace poco no me había planteado. A
   42   43   44   45   46   47   48   49   50   51   52