Page 70 - Abrázame Fuerte
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Capítulo 11
Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado.
JAIME SABINES
Viernes noche
David está en su habitación, estudiando, y sus padres han ido a pasar el día con
unos amigos del trabajo. Es el día perfecto para descansar de la tensión
acumulada. No le apetece nada salir. Ni al Club ni al Milano. Hoy toca
tranquilidad. La ausencia de sus padres se nota en la casa, que está más
silenciosa, y uno tiene la sensación de ser un poco más libre.
Silvia también está en casa, pero es como si no lo estuviera; se halla
concentrada, repasando los apuntes del insti y haciendo los deberes. Puede
parecer un plan algo aburrido para un viernes por la noche, pero lo cierto es que
ella goza de una calma y de un ritmo de estudio que se notarán en las notas
finales. De pronto mira el móvil. Tiene ocho llamadas perdidas de Ana. Había
dejado el móvil en silencio. No espera ni un segundo y la llama. ¿Le habrá
pasado algo grave? Ana no es de esa clase de personas que te llaman
obsesivamente si no contestas al teléfono.
—Hola, Ana. He visto que me has llamado. ¿Estás bien?
—¡Silvia, por fin! —contesta su amiga, algo alterada.
—¿Qué te pasa? —pregunta Silvia, con curiosidad.
—Hoy, te acuerdas, en el parque… ¡El iPad! ¡No sé si me lo he dejado en el
parque o en el Piccolino! ¿Recuerdas qué hice con él? —Ana parece
desesperada. Si lo pierde, le va a caer una buena.
—¡Noooo!
—He llamado a Bea y no me contesta, y Estela está todo el rato
comunicando… Oye, que debo colgar. ¡Mi padre acaba de llegar a casa! ¡Adiós!