Page 174 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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la luz. Por lo que yo auguro pienso que Ninurta, en virtud de mis
poderes, recobrará sus fuerzas después del Cataclismo, una vez que
se hayan secado las aguas, succionadas por el calor del sol. Aliviado
y dichoso, mi hijo, mi consuelo, se repondrá y respirará. Sobre los
enemigos de Ninurta lanzaré terribles tempestades, ¡la Montaña no
dejará de admirar la fuerza de mi hijo!
— He aquí — finalizó Enlil— mis instrucciones. Tú le llevarás
este mensaje a mi hijo: «Mi pueblo permanecerá en gran número,
las aguas no sumergirán a los que se hallan de mi parte. Y cuando
el viento arranque los campos, la población no disminuirá en abso
luto. El, el Asakku no me privará de mi descendencia ni hará desa
parecer todas las especies que he hecho existir y funcionar.» ¡Dile,
pues, esto!
Tranquilizada con aquellas palabras, Sharur, el Arma mágica, se gol
peó el muslo con el puño y, apresurándose, se dirigió hacia la región
rebelde a llevarle, llena de alegría, el mensaje al Señor Ninurta.
Llegado ante él le dijo:
— Mi rey, he aquí lo que me ha dicho tu padre Enlil, que te ama:
«Mientras que, hinchado de veneno, el Cataclismo se lance contra
el enemigo, Ninurta cogerá al Asakku por el hombro y le atrave
sará el hígado. Tras ello que mi hijo regrese al Ekur para que mis
súbditos celebren para siempre, como conviene, sus poderes.» ¡Fía
te de las palabras de tu padre, Señor, fuerza sublime de Enlil y no
tardes! Tempestad abatida contra la región rebelde, tú que puedes
triturar la Montaña como harina, ¡corre!, ¡lánzate! ¡Nada de dilación,
Ninurta, luchador de Enlil! Sobre su muralla de adobe, el Asakku
ha dispuesto maderos atravesados con largas púas de metal como
defensa. Su plaza fuerte, así sobrealzada va a ser inaccesible de aho
ra en adelante. Él no disminuye su furor. Contra ti ha lanzado en
cabeza elementos rabiosos que ignoran todo tipo de piedad. ¡Abre
la marcha el Viento maléfico! Rey mío, va a serte necesario tener
recursos, protegerte en el cuerpo a cuerpo y en el combate a base
de lazos.
Alentado con el mensaje de su padre y animado por los conse
jos de su fiel Sharur, Ninurta volvió su Maza y sus Flechas contra
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