Page 177 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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ti. No tendrás más que un solo grito para abatirlo. ¡Héroe, cómo
te celebramos! ¡Devastadora tempestad dirigida contra la región
rebelde! ¡Señor Ninurta, nuestro Héroe!
Y cuando, en la región rebelde, hubo escardado al Asakku como
se hace con los juncos y lo hubo arrancado como si fuera una
caña, el Señor Ninurta, tomando su Jabalina y su Maza, dijo:
— A partir de este momento ya no se te llamará más Asakku,
sino «Piedra», con el nombre propio de zalaqu, en cuyas entrañas
se hallará el Infierno. Tu valentía revertirá al Señor.
Además de darle un nuevo nombre a su enemigo derrotado y
privarle de su valor, Ninurta también quiso darle uno, honorífico,
a su propia Arma, que se hallaba a la sazón en reposo, dejada en
un rincón. He aquí cómo la bendijo:
— ¡Que tu nombre, Sharur, sea «Batalla suprema victoriosa para
Sumer, chaparrón que se abate sobre los enemigos!»
Ahora bien, durante todo aquel tiempo, el agua vivificadora no
surgió de la tierra, sino que, transformada en hielo acumulado,
abarrancaba, derritiéndose, las montañas. También, los dioses del
país, reducidos a trabajos forzados, debían — tal era su servidum
bre— llevar el zapapico y el serón, porque, para asegurar la pro
ducción de alimentos, no existían otros obreros a reclutar. El Tigris
no hizo subir todavía sus aguas a su más alto nivel y, como no
desembocaba aún en el mar, no vertía allí su agua dulce. No se
cargaban, en su muelle, las cosechas: el hambre era cruel, porque
nada se había producido. Nadie limpiaba los canales, nadie draga
ba los fangos y, falta de drenaje, la buena tierra laborable estaba
embebida de agua.
No existía más que cebada diseminada, aquí y allá, porque no
se cavaban surcos. Para remediar todo aquello el Señor aplicó su
alta inteligencia: ¡emprendió la realización de maravillas! En la Mon
taña amontonó, pues, las piedras y, desplegando sus brazos cual una
gruesa nube que atraviesa el cielo, echó el cerrojo a la frente del
país con una alta muralla. Al borde del horizonte instaló un dique.
Con gran habilidad puso diques a todas las ciudades, bloqueando
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