Page 57 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
P. 57
Enlil, bajo el aspecto de Silulim, le solicitó también relaciones.
De hecho, había acabado por enamorarse locamente de la joven
diosa. Y ésta, hubo de ceder nuevamente a aquella petición, en su
irrefrenable deseo de alcanzar a Enlil. El dios, uniéndose a ella, depo
sitó en su seno la semilla de Enbilulu, el regidor de los canales.
Enlil, pues, fecundó a Ninlil con tres divinidades infernales para
que reemplazasen en el Infierno a Sin, su hermano mayor, que iba
a nacer allí. De esta manera, la diosa del Infierno, Ereshkigal, per
mitiría a Sin remontarse al cielo y ocupar su sede lunar. Desde allí
sería la luminaria nocturna de los cielos.
Aquella sustitución liberadora — tres por uno— había exigido
un gran sacrificio personal a Ninlil, que hubo de yacer otras tres
veces con su propio amado, sin ella saberlo. Con el rey, el todopo
deroso señor, el señor de la abundancia.