Page 275 - El nuevo zar
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«El Estado los convirtió en multimillonarios —dijo—. Simplemente, les
               dio una cantidad enorme de propiedades a cambio de prácticamente nada. Así
               lo  contaban  ellos  mismos:  “Me  convirtieron  en  multimillonario”.  Luego,  a
               medida que la obra se desarrollaba, tuvieron la impresión de que los dioses

               dormían en sus cabezas: de que todo les estaba permitido.»[39]

                    Un  alto  funcionario  del  Kremlin  dijo  que  Putin  consideraba  que  era  su
               «misión  histórica»  desbaratar  las  ambiciones  de  Jodorkovski,  no  solo  de

               comprar o influir en la política, sino de apoderarse del país. Putin utilizaría
               todos  los  medios  a  su  disposición  para  detener  a  Jodorkovski,  dijo  el
               funcionario. «Lamentablemente, no hay una forma de hacer eso que se vea

               con buenos ojos.»[40]






               El 23 de octubre llegó un fax a las oficinas centrales de Yukos en Moscú,
               firmado  por  Vladímir  Ustínov,  que  citaba  a  Jodorkovski  para  responder
               preguntas  acerca  del  pago  de  impuestos  de  la  empresa  en  relación  con  la
               compañía fertilizante Apatit. Jodorkovski no había visto la citación, alegó su

               abogado,[41] y voló a Siberia para continuar con su lluvia de ideas políticas
               antes de las elecciones, ya próximas. Cuando su avión privado aterrizó para

               cargar  combustible  en  Novosibirsk  poco  antes  del  amanecer  del  25  de
               octubre,  aparecieron  comandos  de  élite  del  FSB,  rodearon  el  avión  e
               irrumpieron a bordo. El hombre más rico de Rusia fue obligado a echarse al
               suelo y, luego, ya esposado y encapuchado, fue conducido en un avión militar

               de regreso a Moscú.

                    El  arresto  de  Jodorkovski  agitó  los  mercados  de  valores  de  Rusia,
               haciendo que las acciones registraran grandes fluctuaciones toda la semana,

               mientras  los  inversores  y  otros  líderes  políticos  intentaban  entender  lo  que
               estaba  sucediendo.  En  sus  casi  tres  años  en  funciones,  Putin  se  había

               presentado a sí mismo como un reformista, un campeón del mercado libre que
               estaba  trayendo  prosperidad  al  país.  Ahora  parecía  haberse  colocado
               decididamente  del  lado  de  los  de  línea  dura  de  su  Gobierno,  los  siloviki.
               «Capitalismo con cara de Stalin», gritaba un titular de Nezavísimaia Gazeta el

               lunes tras el arresto de Jodorkovski. Otro periódico, Nóvaia Gazeta, declaró
               que  los  organismos  judiciales  y  policiales  habían  tomado  el  poder  y  «el

               presidente  no  había  hecho  nada  para  detener  el  golpe  de  Estado».[42]  El
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